conjeturas - Juan Manuel Bethencourt

Lecciones gallegas – Juan Manuel Bethencourt

Las elecciones autonómicas en mitad de mandato estatal actúan ante la opinión pública, pero también en los cuarteles generales de los partidos, como un termómetro fiable sobre cómo van las cosas. Atendamos, pues, a lo ocurrido el domingo pasado en Galicia, que es un laboratorio político muy interesante.

El triunfo por mayoría absoluta de Núñez Feijóo lo sitúa, además de cómo eventual recambio de su paisano Mariano Rajoy, como rara avis de la actual política española, devoradora de liderazgos a lomos de una crisis desbocada.

El mérito del líder gallego, y no es poco, consiste en retener a su electorado, al menos a una parte sustancial del mismo, pues no se puede obviar que el PP pierde 140.000 votos respecto a los comicios de 2009. Gana e incrementa su respaldo parlamentario porque el PSOE se desploma con estrépito, un hecho esperado pero no con semejantes dimensiones.

Los socialistas gallegos, con un candidato irrelevante cuyo único atributo era llamarse Patxi (como su homólogo vasco), con un mensaje gastado que consistía en decirle que sí a todo el mundo, sin ilusión, sin credibilidad, asumiendo al fin y al cabo el programa de sus adversarios pero en versión light, han afianzado o incluso reforzado la idea de que al mismo tiempo que se desgasta el PP lo hace el PSOE.

La demolición del bipartidismo abre el campo político a otras opciones, tanto a aquellas que se definen como antisistema (panoplia creciente, pero aún muy minoritaria) como al nacionalismo democrático.

Y, de nuevo mirando a Galicia, otra conclusión evidente: el nacionalismo, para fraguar, necesita líderes, sean éstos jóvenes renovadores o ilustres veteranos. Esto es así porque no sirve solamente la marca, es preciso un mensaje diferenciado con unos principios que puedan hallar su plasmación en un personaje concreto que los sostenga.

El Bloque Nacionalista Galego se viene abajo sobre todo porque en su mismo caladero electoral comparecía una formación de nuevo cuño totalmente improvisada, dotada de un solo activo, la presencia al frente de un personaje novelesco y tempestuoso, José Manuel Beiras, sin duda el líder más relevante de la política gallega en el último medio siglo en compañía de Manuel Fraga, dado que Rajoy ha hecho en realidad política española, no gallega.

El empuje de Beiras, a sus 76 años, ha dejado en evidencia a la formación que un día lideró. Porque desde el nacionalismo no se puede hacer política de diseño ni vale el conformismo. Eso hay que tenerlo claro.

@JMBethencourt