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La ruta de los arcos naturales

En el último año se han llevado a cabo tres rutas de demostración, con más de 150 participantes. / DA


VICENTE PÉREZ | Arico

Los arcos naturales del Sur de Tenerife han estado ahí durante miles de años, pero su presencia hasta ahora había pasado casi inadvertida para la mayoría de los canarios y los turistas. Ahora, geólogos, geógrafos y fotógrafos de la naturaleza demandan no sólo garantizar la adecuada conservación de estas impresionantes y curiosas formaciones geológicas sino también integrarlas en rutas guiadas, el llamado geoturismo, aprovechando los senderos y caminos tradicionales.

Un tipo de turismo que cada vez tiene más peso en el desarrollo local, con la creación de empresas de senderismo y la atracción de visitantes para bares y restaurantes de la zona en cuestión.

En el último año estos arcos han tenido eco mediático y se han llevado a cabo tres rutas demostración, con más de 150 participantes, sobre itinerarios geológicos que incluyen estos puentes, los mayores situados en Tajao y en el barranco de La Linde, entre Fasnia y Arico, aunque también existen otros en Güímar y El Rosario.

A la última, celebrada recientemente, asistió Juan Coello, geólogo del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), los fotógrafos Carlos González y Julio Rosquete, de la Asociación Sur de Amigos de la Fotografía y la Astronomía (Asafa), y el geógrafo José Juan Cano, asesor de Patrimonio del Ayuntamiento de Granadilla. En esta ocasión, Coello explicó a unos treinta senderistas la génesis de estas formaciones geológicas. En el caso de Tajao (el arco de Bijagua) se trata de materiales excavados por las escorrentías en el cauce de un barranco formados por emisiones de piroclastos de erupciones del Teide. En La Linde, una colada de lava basáltica socavó el agua y quedó un tramo de unos 60 metros de roca muy dura suspendido sobre el cauce. El interés de estas formaciones naturales ha quedado de manifiesto en varios foros científicos este año, como el celebrado en El Médano en septiembre y el Makavol, desarrollado este fin de semana en la isla de El Hierro.

El geoturismo tiene importancia creciente: en 2011 el 70% de los 18.000 visitantes atendidos en la Oficina Oficina de Turismo de El Médano pidieron información sobre senderos, volcanes y actividades en la naturaleza.

Falta, a decir de los expertos, que los ayuntamientos descubran el potencial de este turismo respetuoso con el medio ambiente, y que no exige grandes inversiones, aunque sí analizar la fragilidad y vulnerabilidad de estos recursos geológicos únicos.