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El sector agroalimentario ante el reto de la innovación, la calidad y la seguridad

Industria agroalimentaria en Canarias
Actividad industrial vinculada a labores agrarias en una factoría radicada en la isla de Tenerife. / DA

G. R. D. G. – DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

CajaCanarias celebró la semana pasada una jornada de análisis y debate sobre los retos y oportunidades de la actividad agroalimentaria en las Islas, para lo que tomó como hilo conductor las relaciones entre los diferentes agentes de la cadena de suministro en Canarias: desde los productores agrarios hasta la industria agroalimentaria, los distribuidores mayoristas y minoristas y el consumidor final.

En la citada jornada, que contó con amplia presencia de personas vinculadas al sector primario local, se puso de manifiesto que uno de los retos importantes del sector agroalimentario en general, y del agrícola en particular, es avanzar en la mejora de la coordinación e integración de los distintos eslabones de la cadena, para lograr productos innovadores que cumplan con los estándares de calidad y de seguridad alimentaria exigidos por la sociedad. Sólo una completa colaboración y coordinación entre el agricultor y el resto de la cadena puede conducir al producto final que el cliente desea.

Como punto de partida para el debate, se presentó una investigación que desarrolló la Fundación Fyde-CajaCanarias en el marco de un acuerdo de colaboración con la Universidad de La Laguna (ULL). Los resultados han sido publicados recientemente en un libro titulado La actividad agroalimentaria en Canarias. Un enfoque de cadena de suministro. Éste forma parte de la colección editorial de la Fundación y está disponible en versión impresa y en versión digital, descargable desde la página web de aquella entidad.

La jornada la inauguró el presidente de CajaCanarias, Álvaro Arvelo, junto al Rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Doménech, y al presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), Henry Sicilia. Todos ellos pusieron de manifiesto la necesaria colaboración entre la ULL y el tejido empresarial para lograr la búsqueda conjunta de claves que afiancen el futuro del sector primario local.

En el análisis y el debate de la jornada participó la codirectora de la investigación, Ana María García Pérez, investigadora del Departamento de Economía y Dirección de Empresas de la ULL, que destacó que las transformaciones sufridas en la actividad agroalimentaria en los últimos decenios han dado como resultado un trasvase de rentas y de participación en la toma de decisiones y en la demanda final de la industria alimentaria a la gran distribución, colocando a la agricultura como mera suministradora de inputs agrarios.

Ante esta situación son muchas las iniciativas que por parte de diferentes organismos, públicos y privados, hacen un llamamiento a la necesidad de considerar el sector agroalimentario desde una perspectiva de cadena de suministro.

Ana María García apuntó que el sector debe evolucionar desde un enfoque de dirección tradicional a una dirección de la cadena de suministro, que implica que las empresas de esta cadena trabajen juntas en diferentes procesos y actividades con el objeto común de colocar productos agroalimentarios en el mercado, y que éstos satisfagan la demanda del consumidor.

La codirectora de la investigación indicó además que el libro pone de manifiesto, a lo largo de sus nueve capítulos, en los que han participado 19 investigadores, diversas realidades que aparecen en la actividad agraria, agroindustrial y comercial de Canarias. Destaca algunos aspectos de los hábitos de consumo y de la restauración de alimentos en las Islas.

En la mesa de debate que siguió a la exposición de los resultados y conclusiones de la investigación, estuvieron representados los productores agrícolas, con el director de Producción de la Cooperativa de Cosecheros de Tejina, Hernán Tejera; la industria agroalimentaria, con el director de Mesturados Canarios, Vicente Barber, y la distribución, con el secretario general de la Asociación de Supermercados de Canarias, Alonso Fernández Hernández, tres de los eslabones de esa cadena de suministro. Se debatió sobre los importantes retos y oportunidades para el desarrollo futuro del sector agroalimentario en las Islas.

CajaCanarias jornadas industria agroalimentaria
Sala de conferencias de la sede central de CajaCanarias, en Santa Cruz, en la celebración de la jornada. / DA

Uno de los retos en los que coincidieron los participantes es en la necesidad de avanzar en el planteamiento de mayor coordinación e integración de la cadena de suministro, si bien habría que avanzar también en la ordenación y regulación de las relaciones entre los diferentes operadores con un enfoque de mayor cooperación.

Un ejemplo de esta integración y coordinación de la cadena de suministro lo expuso el director de Mesturados Canarios, empresa con capital isleño especializada en productos de la IV Gama, es decir, verduras y hortalizas frescas, limpias, cortadas y envasadas, listas para consumir o cocinar.

Esta empresa es una de las interproveedoras de Mercadona en Canarias para ese tipo de producto, lo que implica que trabaja en exclusiva para esa red de supermercados. Es un ejemplo de máxima coordinación e integración de los distintos eslabones de la cadena: los productores agrícolas, con los que tienen estrecha colaboración; la transformación, que realiza en la fábrica de Granadilla, y la distribución, que la gestiona la firma Mercadona. Mantiene acuerdos entre ellos a largo plazo, lo que asegura estabilidad y beneficios mutuos a todos los integrantes.

El secretario general de la Asociación de Supermercados de Canarias, Alonso Fernández, explicó que la evolución del sector de la distribución de productos agrarios ha sido mucha en los últimos años, y han jugado un papel cada vez más importante las grandes plataformas logísticas de distribución.

Se ha dado la tendencia a la simplificación de los eslabones de la cadena productiva, con el objetivo de abaratar los costes y para adaptarse a las exigencias del consumidor final.

El representante de la Cooperativa de Cosecheros de Tejina, Hernán Tejera, puso de manifiesto que los productores agrícolas canarios tienen un producto de gran calidad, que no siempre es valorada justamente por el mercado, según el sistema de formación de los precios, al encontrarse éstos en una situación de mayor debilidad frente a la distribución.

El sector agrícola canario está organizado en estructuras muy pequeñas e integrarse en esas plataformas de distribución, que tienen gran dimensión, es uno de sus retos actuales, igual que la búsqueda de fórmulas de mayor coordinación y cooperación con los otros agentes de la cadena de suministro.

INDUSTRIA POTENTE

El peso del sector agrario en Canarias representa el 1,1% del PIB regional y el 1,6% del valor añadido bruto agrario y pesquero total de España (datos de 2011). Es, tras Baleares, la comunidad con más dominio del sector servicios (71,4%). Los tres subsectores que destacan en la producción agraria son el de frutas, hortalizas y leche, pues suman más del 76,4%.

Son muy importantes los cultivos de platanera (99% nacional), flores (18,7%), tomate (2,8%) y papa (5%). En ganadería destaca el caprino, con el 12% de la cabaña nacional y el 4,3% de explotaciones. La industria alimentaria local representa el 28,8% de los ocupados en todo el sector industrial, el 21,4% de las ventas (1.188,5 millones) y el 11,3% de compra de materias primas. Los subsectores clave son el de agua y bebidas (24,8% ventas) y el de lácteos (18,8%).

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Haciendo la PAC

En un momento en que las negociaciones europeas sobre el marco financiero plurianual para el septenio 2014-2020 y la definición de la PAC entran en la fase decisiva, los ministros de Agricultura de España, Francia e Italia han configurado una alianza en torno a varios conceptos clave, a saber: la importancia de la PAC para el crecimiento, el empleo, el medio ambiente y la innovación en las zonas rurales de Europa, así como para la contribución de Europa al equilibrio alimentario mundial (por eso el nuevo presupuesto de la PAC debe mantenerse en el nivel propuesto por la Comisión para 2014-2020); es crucial que la UE mantenga una política agrícola común fuerte, con un presupuesto agrícola constante; se reconoce la necesidad de acordar soluciones que tomen en cuenta la situación específica de los Estados miembros cuyo nivel de ayuda es muy superior a la media; expresan su apoyo al mantenimiento de un programa de distribución de alimentos a las personas más necesitadas; subrayan que la convergencia obligatoria en todos los Estados hacia una sola cantidad (tarifa plana) durante el periodo que viene no es relevante; también marcan su deseo común de poder decidir no proporcionar derecho a pago a ciertas áreas específicas; apoyan la orientación general de las propuestas de la Comisión para reforzar la componente ambiental con el fin de aumentar la legitimidad de la PAC; reafirman la necesidad de mantener un marco de ayudas vinculadas a la producción en el primer pilar de la PAC con un presupuesto suficiente para afrontar los retos del sector específico, y además consideran que el segundo pilar de la PAC tiene una especial importancia que se debe conservar en el futuro para garantizar la viabilidad a largo plazo de las zonas rurales, entre otros postulados.

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