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El Teatro Guimerá y la comunidad escolar> Por Clara Segura Delgado

El pasado curso académico vio cómo 25.854 escolares de las diversas etapas de la formación reglada no universitaria pasaron por las butacas del Teatro Guimerá. Se trata, sin duda, de unas de las mejores noticias que el Organismo Autónomo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife nos puede ofrecer y así lo comunicamos en la jornada organizada para presentar la programación de los próximos meses a la comunidad escolar. Aquellos que consideran que la cultura es un dígito prescindible de las cuentas públicas, deberían observar las reacciones de los niños y niñas que salen de alguna de las muchas funciones escolares que el coliseo santacrucero ofrece durante el año académico. Uno de los principales retos que nos plantea el presente es la defensa de los espacios y proyectos para el intercambio simbólico o la interpretación de la realidad. En este sentido, el fomento del acceso al teatro se erige como tarea ineludible de la administración pública.

Las artes escénicas canarias, al igual que en el resto del territorio nacional, se han caracterizado por la tradicional influencia del sector público y por el hecho de operar en un mercado con discontinuidades territoriales e institucionales que han dificultado aún más la viabilidad de muchos proyectos de capital local. El actual contexto económico agudiza las dificultades cotidianas para el desarrollo de un tejido teatral canario, por lo que se impone la necesidad de establecer alianzas entre espacios escénicos públicos y sector privado, que redunden en beneficio de los artistas y de la ciudadanía. De esta forma, el Teatro Guimerá se plantea una estratégica línea de trabajo encaminada a la consolidación de los hábitos de asistencia al teatro, observando el interés económico de las compañías teatrales como organizaciones que se mueven en un entorno hostil.

En concreto, en el Guimerá existe un equipo que sabe que la cultura tiene voz en el fomento de la cohesión social y que usa el acceso a la cultura desde los centros educativos como punto de apoyo a estos objetivos integradores. Somos conscientes de que el refuerzo del binomio educación-cultura sólo tiene repercusiones positivas en la comunidad escolar, por lo que consideramos un éxito cada vez que una niña o niño viene al teatro a una de nuestras funciones.

La gestión cultural debe aspirar a ser algo más complejo que la programación de actividades artísticas. La cultura tiene un componente identificador de grupos en riesgo de exclusión social al que los gestores públicos no podemos renunciar alegando falta de presupuesto. En el OAC estamos convencidos de que el teatro debe ser considerado como parte de la formación integral de la persona. El Plan Canario de Cultura reconoce que “son pocos los puntos de contacto” y “las estructuras sectoriales” que favorezcan la intersección entre cultura y educación. Además nos recuerda que “la educación debe dejar de ser el valor añadido de algunos proyectos culturales para pasar a tener un peso centra y transversal en la estrategia futura”. Abogar por la educación desde la cultura no es lo habitual en Canarias, por lo que programar cualquier actividad con este perfil requiere un mayor esfuerzo. Sin embargo, son muchos los colectivos que responden y acuden a las convocatorias que, diseñadas desde el rigor y la profesionalidad, se ofrecen a lo largo del curso escolar.

Por todo esto seguiremos impulsado el desarrollo de la “vocación educativa” del Teatro Guimerá que tan buenos resultados nos ha deparado. Lo más fácil ha sido poner de acuerdo a las compañías de teatro y a los docentes y colectivos de madres y padres de los centros educativos: todos asumen la importancia de la tarea.

Lo más complicado, sortear las dificultades inherentes al contexto económico. Sin embargo, con las aportaciones de todas las partes hemos conseguido eliminar las principales barreras de acceso a una disciplina como las artes escénicas, propiciando oportunidades a colectivos que en muchas ocasiones no podrían acceder al principal teatro de su municipio.

*Concejala Delegada en materia de Cultura y Patrimonio Histórico y Presidenta del Organismo Autónomo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.