DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de La Palma

El Partido Popular (PP) en el Cabildo denunció que las ayudas económicas por la riada del año 2009, que afectaron fundamentalmente a las localidades de Fuencaliente y Mazo. Todavía no se han hecho efectivas y los agricultores, tres años después de la catástrofe, siguen sin cobrar. De ahí que el portavoz popular, Carlos Cabrera, confía que las promesas de la Consejería regional de Agricultura de ayudar a los afectados por el temporal reciente “no sean las mismas que entonces, porque aquellos compromisos han quedado olvidados y no han recibido cantidad económica alguna”.

El consejero popular expresó además su confianza en que por parte de la Administración autonómica “no hagan hacer a los agricultores todo el papeleo de las ayudas para luego paralizar el expediente antes de la resolución definitiva de las ayudas”.

Cabrera defiende que los auxilios económicos de la riada de 2009, “deben recogerse de forma inmediata porque no es de recibo que una Administración abra un plazo para solicitar ayudas, los afectados presenten su petición con los documentos que le exigen y luego, de manera unilateral y sin justificación alguna, no resuelvan y publiquen la relación de beneficiarios y procedan a su abono”. Una forma de actuar que los populares en el cabildo tildan de “engaño” a los ciudadanos afectados.

En cualquier caso, el consejero popular considera que hay razones “de sobra” que justifican la apuesta por estas ayudas y la celeridad en el trámite y adjudicación de las mismas. “Es verdad que la crisis hace mella en todos, administraciones y particulares, pero estos compromisos que afectan directamente a los agricultores deben hacerse efectivos”, concluyó el consejero.

SENSIBLE

El PP cree necesario que se compense de forma adecuada y rápida a los agricultores que han visto afectadas sus producciones por inclemencias meteorológicas durante este año y, también, a quienes aún esperan ayudas similares, también comprometidas en anualidades anteriores.

Carlos Cabrera concluyó advirtiendo de que “no debemos olvidar que nos encontramos ante un sector muy sensible, que ha visto menguadas sus posibilidades de prosperidad y que, además, no soporta como único desgaste la crisis económica generalizada, sino también las adversidades meteorológicas”.