EUGENIA PAIZ | Los Llanos de Aridane
El profesor de música Marcos Francisco Lorenzo Afonso, que sigue ejerciendo como docente en Los Llanos de Aridane y como director de la coral de la Asociación Cultural Awara, ha sido condenado como autor de un delito de abusos sexuales sobre dos menores de edad.
Lorenzo, que goza de un reconocimiento social recogido en el fallo judicial, en el que se indica que es “muy querido y valorado por todos sus miembros tanto por sus cualidades profesionales como por su carácter extrovertido, afable y cariñoso”, es penado por el tribunal a indemnizar, a las entonces menores de edad, con 3.000 euros, así como al pago de una multa diaria durante 20 meses.
La sentencia, dictada por el Juzgado de lo Penal número 7 de Santa Cruz de Tenerife con sede en Santa Cruz de La Palma, señala la veracidad de los hechos probados de abuso sexual sobre las dos menores, de las que tiene una orden de alejamiento y de comunicación durante los próximos dos años. El abogado defensor de una de las jóvenes que sufrieron los abusos sexuales, Juan Antonio Rodríguez Díaz, explicó en declaraciones a este rotativo que “este es el caso más kafkianos que me he encontrado en mi larga carrera como abogado y aunque intento encontrar explicación para determinados comportamientos sigo sin conseguirlo: han llegado a haber hasta siete ordenes de alejamiento de otras tantas menores de edad que eran alumnas de la Coral y que se han cumplido impidiendo los responsables de la Coral que las niñas acudieran a los ensayos para que él pudiera seguir dando las clases”.
“He visto en este caso cosas inauditas, como la protección social que ha tenido y parece que sigue teniendo”. Una de las niñas objeto de estos abusos sexuales, que fue examinada por varios expertos, “presentó trastorno ansioso, con problemas de concentración y desconfianza hacia los chicos y las relaciones sexuales” como consecuencia de los abusos a que fue sometida por su profesor en la Coral Awara, donde sigue dando clases y que dirige desde el año 2007.
La sentencia es bastante prolija, y en los hechos probados se relatan detalles escabrosos. Subraya “las secuelas” sufridas por una de las menores objeto de abuso, con “una puntuación muy alta en la escala de abusos a la infancia del inventario clínico para adolescentes de Millon y en los indicadores emocionales de abuso del test protectivo de H-T-P de John Buck”.
[apunte]La víctima tuvo que huir del pueblo
La madre de una de las dos jóvenes objeto de estos abusos sexuales probados, que cuando tuvieron lugar tenía tan solo 13 años de edad, lamentó que “fue nuestra familia la que tuvo que abandonar el pueblo de Los Llanos de Aridane, abandonar nuestra vida en la Isla para evitar que mi hija perdiera la salud”. Y es que “personas adultas llegaron a escupirla en la calle, sufrió insultos y perdió a todas sus amigas cuando presentamos esta denuncia”. Pese a que tras presentarse la demanda, se dictó una orden de alejamiento sobre Marcos Francisco Lorenzo Afonso de la joven “la directora de la Coral me dijo que mi hija no podía ir a los ensayos, que el seguía dando aunque pueda parecer algo increíble. Era mi hija la que no podía seguir con su vida, con sus actividades normales como nos aconsejó en un primer momento la psicóloga, mientras él estaba arropado por personas adultas que insultaban a mi hija”. Aclara que “si hago público la sentencia es para que la gente sepa que este señor, que sigue dando clases a menores de edad, está condenado y sigue contando con un respaldo social que durante todo este tiempo ha querido condenar a mi hija y a la otra niña”.
“Los hechos están probados -añade- hubo abuso sexual y aunque no guardo rencor y quiero dejar atrás esta pesadilla, las familias deben saber que Marcos Francisco Lorenzo está condenado por abusos sexuales”. [/apunte]