EUROPA PRESS | Canberra

El Gobierno de Australia ha pedido perdón este lunes por los abusos cometidos contra cientos de militares, tanto hombres como mujeres, por parte de sus superiores con la excusa de fortalecer a los uniformados más jóvenes durante la década de 1950.

“A aquellos hombres y mujeres de las Fuerzas de Defensa de Australia (ADF) o del Departamento de Defensa que sufrieron diversos abusos, en nombre del Gobierno, les pido perdón”, ha dicho el ministro de Defensa, Stephen Smith, en una comparecencia parlamentaria.

“Nuestras palabras de hoy y nuestras acciones y nuestro compromiso en el futuro garantizarán que esta disculpa no se tenga que volver a pronunciar nunca más”, ha añadido Smith, en declaraciones recogidas por la cadena australiana ABC.

Así, el ministro de Defensa ha anunciado que las autoridades remitirán a los órganos judiciales, tanto de la jurisdicción civil como de la militar, todas las denuncias de abusos en las Fuerzas Armadas para determinar si se han llegado a cometer crímenes.

Además, ha anunciado la creación de una comisión especial que se encargará de estudiar cada una de las denuncias y, en su caso, de conceder a las víctimas de dichos abusos una indemnización de hasta 50.000 dólares australianos (40.333 euros).

Por su parte, el comandante de las ADF, el general David Hurley, ha emitido un comunicado para expresar también sus disculpas. “En nombre de las ADF, pido perdón a todos aquellos que han sufrido abusos físicos o psicológicos mientras servían en sus filas”, ha dicho.

El escándalo se destapó en 2011, cuando una militar fue grabada manteniendo relaciones sexuales consentidas con un compañero. El vídeo se difundió a través de Internet a otros uniformados sin que ella lo supiera.

Las autoridades militares sancionaron a sus compañeros por la difusión del vídeo y sancionaron disciplinariamente a la mujer por otro asunto, suscitando con ello las críticas de varios sectores por la decisión de castigar también a la uniformada.

A raíz de este hecho, la firma de abogados DLA Piper elaboró un informe de 1.500 páginas en el que revela la existencia de hasta 775 casos de abusos en las filas de las ADF, tanto físicos como psicológicos, incluidos sexuales, desde 1951.