... Y no es broma>

Halloween> por Conrado Flores

El 1 de noviembre se celebró la tradicional festividad católica de Todos los Santos. Del mismo modo, y cada año con mayor fuerza, también se celebró la noche de Halloween, una antigua tradición popular de origen irlandés que el cine norteamericano ha contribuido a exportar al resto del mundo.

Cada año, con la llegada de la noche de las brujas, comienza también una discusión en torno a una fiesta que, según sus detractores, no debemos celebrar por ser importada y por comercial. Sea como fuere, niños y adultos se han vuelto a disfrazar esa noche de los personajes más siniestros para pedir golosinas, asustar a la gente o echarse unas risas. Fantasmas, psicópatas, vampiros, inspectores de hacienda, banqueros… Todo vale con tal de aterrorizar al personal y hacer el fantasma sin necesidad de comprarse un BMW y poner la música a tope.

Entonces ¿Halloween sí o Halloween no? A mí me resulta sencillo posicionarme: yo no le digo que no a una fiesta, vaya sobre muertos con túnica negra o sobre indígenas en taparrabos. Además, con los tiempos tan tristes y oscuros que corren no creo que se deba desaprovechar ninguna. Incluso no solo creo que no perjudica a nadie sino que contribuye a la economía de los comercios, que desde hace una semana venden juguetes, disfraces, telas, complementos y chucherías a porrillo. Hasta el videoclub estaba lleno de personas que buscaban la película más estremecedora para su sesión nocturna de cine de terror.

Por mí, como si se importa una fiesta de la antigua Roma a la que haya que ir vestido con toga. Me apunto. Da igual la temática de la fiesta si sirve para que la gente se divierta, desate su imaginación y se olvide de la hipoteca. Es más, creo que nos faltan días con los que romper con la rutina, da igual que sean festivos o no. Hawai, el mundo de la música, los locos años 20, los superhéroes, el África salvaje, los guanches… Apúntenme a todas. ¡Será por temáticas y ganas de divertirse!

Dicen que España está deprimida y que el país no está para fiestas. No lo estés tú también.