EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife
Los jóvenes nacionalistas de Coalición Canaria (CC), a través de su Secretario de Formación y Universidades, Octavio Reyes, consideran que la reforma educativa propuesta por el PP es “retrógrada, excluyente y quiebra completamente los principios de igualdad, cohesión social e integración educativa y supone el retorno al modelo educativo franquista”.
La organización destaca que los motivos que se exhiben para proponer esta reforma sólo se apoyan en “prejuicios” sin base en investigación alguna que las respalde. En su opinión, se pretende imponer una reforma educativa desde la mayoría absoluta cada vez más deslegitimada.
“Entienden por debate facilitarnos a los ciudadanos una dirección de correo electrónico a la que enviar sugerencias e ideas sin ni siquiera dar la oportunidad de debatirla en foros abiertos y plurales”, señalan los jóvenes en un comunicado.
Octavio Reyes apunta que esta reforma “antepone” las necesidades de los mercados a la formación y a la creación de una sociedad más justa y cohesionada y entiende la educación sólo y exclusivamente como “motor de competitividad” de la economía.
“Mercado, competitividad, resultados, rendimiento económico, son las palabras más utilizadas en este anteproyecto de la LOMCE [Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa], dándonos a entender qué es lo que realmente buscan con la implantación de ésta”, indican.
Los jóvenes lamentan que se apueste por una enseñanza basada en la “presión” en los exámenes y test de evaluación en vez de recurrir a un modelo educativo “más centrado” en las necesidades y motivaciones del alumnado.
A su juicio, es lo que el PP entiende por “cultura del esfuerzo” ya que la educación se convierte en un “vía crucis” en el que las condiciones socioeconómicas y familiares van a ser “determinantes” del éxito escolar.
“Lo que conseguirán las reválidas”, indican, “es que haya un aumento del abandono de los estudios y por lo tanto el fracaso escolar”.
Reyes agrega que esta contrarreforma pretende centrar la carga lectiva en unos contenidos instrumentales mínimos y afirma que pretenden preparar “mano de obra barata” para acceder a un futuro mercado laboral “precario”.
“Sólo los que logren superar todas las reválidas que se impongan podrán acceder a una formación más completa y cualificada, la cual estará dirigida a cubrir aquellos empleos más técnicos, dando por supuesto que puedan pagar las nuevas tasas de los másteres universitarios”, comenta.
Por otra parte, los Jóvenes de CC denuncian que se aumenta el porcentaje de contenidos asignado al Estado y evaluaciones en el ámbito estatal para establecer los niveles de exigencia. En su opinión, se pretenden controlar los contenidos comunes y las directrices pedagógicas desde las administraciones educativas, ya que se desconfía de la capacidad profesional del profesorado, también se suprime la igualdad de oportunidades y la formación común en la etapa obligatoria.
PRUEBAS EXTERNAS
“Este anteproyecto impulsa a los centros educativos a competir entre ellos, estableciendo pruebas externas a nivel nacional, para así poder clasificarlos según sus resultados, con el fin de que los padres de los alumnos puedan comparar y elegir aquél que más les aporte a sus hijos e hijas en vistas a su futuro mercado laboral”.
Para Reyes, se pretende reforzar e incentivar a los centros, no según las necesidades de su alumnado, sino de acuerdo con el puesto que ocupen en el “ranking”, y “gracias” a esta “contrarreforma”, los directores de los centros podrán rechazar o nombrar su personal, eliminando el mérito e igualdad en la conformación de las plantillas docentes.
También se podrá cambiar al profesorado de un centro a otro centro, de un curso a otro curso y de una asignatura a otra asignatura. Para los Jóvenes de CC, el Consejo Escolar queda relegado a funciones meramente consultivas, dejando de lado toda democracia participativa. Las funciones decisorias pasan a ser del director, nombrado previamente por la Administración.
Además, afirman que se introduce como parte del sistema educativo a “agentes privados” que desarrollan funciones de regulación y financiación y se potencian los conciertos con el nuevo ciclo de FPB con carácter general al estar dentro de la enseñanza obligatoria y se legalizan conciertos con centros que segregan por sexo.
REFORMA “CLASISTA”
Bajo el punto de vista de los Jóvenes Nacionalistas de Canarias, “esta es una reforma ideológica clasista, ya que no busca la creación de un modelo de futuro, sino que recupera y retorna a la mala educación del pasado”.
Por ello, piden un debate en el que participe la totalidad de la comunidad educativa y todas las fuerzas sociales, económicas y políticas que permita establecer un modelo educativo “justo” que contribuya a la cohesión social y a la formación de personas de manera “igualitaria”.