T. F. | Santa Cruz de Tenerife

El juicio del caso conocido como Pensión Padrón, por ser este establecimiento capitalino donde se encontró el esqueleto de un hombre dos años después de, al parecer, haber sido asesinado, quedó ayer visto para sentencia, sin mayor novedad que la recalificación efectuada por el Fiscal, quien retiró la acusación por un delito continuado de detención ilegal y sustituirlo por uno simple.

En total, el Ministerio Público pide un total de 43 años de cárcel para el acusado, de quién un perito aseguró ayer que había encontrado rastros de su ADN en el lugar del crimen, aunque no pudo poner fecha a la mancha de sangre y saliva de la que la obtuvo.

Por su parte, el abogado defensor, Alfonso Delgado, mantuvo su tesis a favor de la libre absolución, al entender que todas las pruebas presentadas contra su defendido son indiciarias.

El letrado, que destacó en su alocución final, combatió el relato de la acusación pública haciendo hincapié en las ocasiones que tuvo la víctima en relatar a la policía el supuesto control que sobre él -según la Fiscalía- ejercía el acusado con el fin de robarle la pensión continuadamente.

Sea como fuere, serán ahora los magistrados de la Sección Sexta de la Audiencia provincial los que decidan.