La paja, siempre, en el ojo ajeno: Mariano Rajoy ha puesto el grito en el cielo por el plan de austeridad 2014-2020 del presidente europeo, Herman Van Rompuy, que ha planteado un recorte de hasta 80.000 millones de euros a la propuesta inicial de Bruselas, para contentar a los países contribuyentes netos, entre los que –por cierto- ya se encuentra España.
Con la rebaja, Van Rompuy pretende asegurar un difícil acuerdo sobre el presupuesto en la cumbre de finales de diciembre. Pero Rajoy no está de acuerdo. Y con razón, le están haciendo a él lo mismo que él hace a las autonomías. Según Rajoy, Europa ha concentrado sus propios recortes presupuestarios en las dos partidas que más han beneficiado tradicionalmente a España, los fondos estructurales y la política agrícola común. Cree el Gobierno español que España podría perder hasta 20.000 millones de euros en ayudas, lo que supondría la tercera parte de las subvenciones regionales y casi la quinta parte de las ayudas agrarias. Se queja también el Gobierno de que la propuesta de Van Rumpoy no atiende la situación de los países más afectados por la crisis, al calcular el reparto de fondos con la renta de 2007 a 2009, que no refleja el impacto de la doble recesión que vive España.
Con ese formato, Canarias recibiría menos ayuda, al quedar catalogada como ‘región en transición’, al situarse su PIB entre el 75 y el 90 por ciento de la media europea, que ha bajado significativamente con la incorporación de los países del Este.
Rajoy, al que no parece temblarle el pulso cuando recorta convenios y recursos de su propio presupuesto, considera sin embargo “intolerable” que Canarias pueda verse afectadas por los recortes europeos. Y ahí es dónde choca la declaración de Rajoy con la de su senador tinerfeño, Antonio Alarcó, que asistió la semana pasada en Bruselas a la Comisión de Desarrollo Regional del Parlamento europeo y volvió de la reunión vendiendo que -tras un encuentro “muy fructífero” con Danuta Huebner, presidenta de la comisión-, Canarias será “la única comunidad española que no ser verá afectada por los recortes”.
Uno entiende que los políticos tienen que explicar para que sirven sus viajes, pero esta vez no le ha salido la explicación demasiado convincente al senador Alarcó. Porque al final no sabemos si el que dice la verdad es él y es Rajoy quien se ha equivocado, o Alarcó nos está vendiendo una moto defectuosa. Para el sector agrario canario es importante saber que va a pasar, como va a afectar a las islas la reducción los años 2014 a 2020. Pero mejor se ponen antes de acuerdo Rajoy y Alarcó y luego nos lo explican.