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Sin discurso> Por José David Santos

La tentación en el seno de Coalición Canaria siempre ha estado ahí, al borde de la ilusión fantasiosa, pero nunca se han decidido a dar el paso, salvo los versos sueltos que recitan unos pocos. Tras el fiasco que para CiU ha supuesto querer ser lo que no se es puede que el discurso soberanista-independentista que comenzaba a aflorar entre los nacionalistas canarios como argumento político -primero de peso- para estos años de crisis se diluya.

Y es que CC se maneja bien entre aguas de todo tipo -incluidas las ideológicas- y el pragmatismo le ha permitido, junto a una ley electoral discutible, ser el invitado y el anfitrión de cualquier posible pacto de gobernabilidad para las Islas, pero ese escaso bagaje comienza a hacer aguas y, por lo pronto, no hay nada ni nadie que aporte a la estructura del partido que ha gobernado Canarias las últimas décadas algo semejante a un discurso político. Ser nacionalistas sin serlo; de centro derecha, pero sin reconocerlo; regionalistas, pero sin poder en Gran Canaria o con los votos prestados de otras formaciones en varias islas; o ser un partido, pero sin una gran estructura debía ser el caldo de cultivo ideal para que CC buscase en la senda del independentismo low cost una posible salida a una crisis interna galopante de identidad y proyección de futuro.

Sin embargo, el chasco de Mas y los suyos los ha asustado; sobre todo, porque son conscientes de que, pese al batacazo, CiU es claramente la fuerza más votada en Cataluña, posee músculo y aguante… y eso en un partido político en Canarias parece una entelequia, sobre todo, si se llama Coalición Canaria.

@DavidSantos74