AGUSTÍN M. GONZÁLEZ | Santa Cruz de Tenerife
“El barrio está mosqueado”. La frase, pronunciada con evidente malestar por la dependienta de una tienda de la calle Salamanca, resume un sentimiento generalizado en esta zona del centro de Santa Cruz, que ayer protagonizó una original protesta colectiva. Aprovechando el Día de los Santos Inocentes, los comerciantes y empresarios se pusieron de acuerdo para colocar en los escaparates el cartel de “se traspasa”, en color rojo llamativo y con un teléfono adjunto de información, que resultó ser del Ayuntamiento, y no por error.
Casi el 90% del medio centenar de locales de la calle Salamanca se sumó a la curiosa protesta-inocentada, que además consiguió el propósito principal que buscaban los promotores: “llamar la atención de los vecinos y dar un toque al Ayuntamiento, que nos tiene totalmente abandonados”. Muchos vecinos y clientes preguntaban ayer con asombro si era verdad que se traspasaban los locales. Incluso, numerosos propietarios recibieron ofertas de interesados, como Gonzalo Noda, responsable del popular bar La Capilla. “La idea ha funcionado. Mucha gente se ha sorprendido. Tenemos que unirnos porque el Ayuntamiento no hace nada por nosotros y muchos locales ya han cerrado”.
El padre de la idea fue Manolo Yumar, propietario de la tienda Muebles Yumar, uno de los establecimientos más antiguos y emblemáticos de la calle Salamanca, donde permanece desde hace 36 años.
“Nuestra intención -explica Yumar- es llamar la atención para reclamar más atención del Ayuntamiento, pedir la solidaridad de los vecinos y promover la unión de los empresarios, porque o nos unimos o se muere el barrio”.
Comerciantes y vecinos coinciden en que para el Ayuntamiento el centro de Santa Cruz termina en La Rambla. “Aquí no hacen ni una actividad navideña, ni un villancico”, protestan. Pero este abandono lo sienten a diario y reclaman, sobre todo, más limpieza pública y más seguridad: “Salamanca es un barrio sucio y de venta de drogas. La Policía solo viene a poner multas”, se queja la dueña de una tienda.
Una vecina agrega que las jardineras se han convertido en papeleras por falta de atención y los grafitis lo invaden todo. Una anciana apunta que enfrente de su casa “hay abandonado un furgón lleno de basura desde hace meses y no hacen nada”. También reconocen que falta civismo en la ciudadanía.
Juan Carlos Fernández, propietario de la tienda de informática Bajocostopc.com, confía en que la protesta-inocentada de ayer sirva para unir a los empresarios de la zona y promover más actuaciones conjuntas, como descuentos, sorteos, premios, etc.
“Tenemos que mentalizar a nuestros clientes de la importancia de apoyar al pequeño comercio para mantener la vida en el barrio. Ofrecemos un servicio personalizado que no cobramos y que no dan los grandes centros comerciales, y por ello apelamos a la solidaridad de los vecinos”.