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Estampas navideñas – Por Fernando Fernández

Ni la gravedad de la crisis económica que padecemos, ni la tentación laicista a la que se ve sometida nuestra sociedad han logrado cambiar o aminorar el espíritu de la Navidad que nos envuelve durante estos días. Ha modificado, eso sí, nuestros hábitos de consumo y nos hemos hecho austeros en el gasto, lo que con crisis y sin ella no es malo sino todo lo contrario. Pero nuestras calles han vuelto a verse engalanadas y los escaparates comerciales contribuyen con una cuidada decoración a hacerlas mas gratas. Miro a los viandantes que van y vienen y, es verdad, compran menos y no van cargados de paquetes, de lo que dan fe los comerciantes con quienes he hablado, pero los amigos y las familias pasean en grupo, animados y animándose con el espíritu de la Navidad.

El espíritu fraternal de unas fechas que si detuvo la barbarie del frente germano francés para que los soldados entonaran a coro los villancicos en la Noche de Paz y dieran rienda a sus sentimientos, mientras escuchaban la inolvidable voz de Marlene Dietrich cantando a Lili Marleen, no va a sucumbir a los rigores de una crisis que nos atenaza pero no nos priva de la esperanza de que mas pronto que tarde vamos a salir adelante. ¡Ojalá! Durante estos días he visitado numerosos lugares de las Islas. Anécdotas al margen, como el apagón impuesto a los chicharreros durante unos días por culpa de un ayuntamiento moroso que no paga la luz a la compañía eléctrica, en La Gomera, La Palma y Tenerife el escenario puede ser y es distinto pero el ánimo y los sentimientos de sus habitantes es el mismo.

La movilización ciudadana ofreciendo alimentos y objetos de regalo para que los más necesitados no se vean privados de ellos en estas fechas ha sido un magnífico ejemplo de solidaridad entre canarios, que he visto como se repite en las tres islas que he visitado.

En Tenerife, las autoridades deberían asegurarse de que TVE ofrezca en directo a sus espectadores el tradicional concierto que nuestra Orquesta Sinfónica ofrece en la dársena del puerto de Santa Cruz. Aparte de su intrínseca calidad, un concierto al aire libre en la noche del día de Navidad es una publicidad impagable para uno de nuestros principales atractivos turísticos, nuestro clima singular y único.

En La Gomera este tiempo navideño se percibe nada mas bajar del ferri y adentrarnos en la plaza de la Villa, con sus hermosos laureles de Indias y las calles aledañas iluminadas, alumbrando y alegrando el ambiente. En La Palma he vuelto a escuchar al amanecer los villancicos que entonan los distintos grupos musicales, “los divinos”, si, los divinos y no “lo divino”, que es como los llamamos de siempre en la capital palmera, con un inimitable sello de distinción y buen gusto. En Los Llanos, unos ecológicos leds, esos diminutos diodos emisores de luz, conforman unas figuras como las ramas de un árbol y alumbran sus calles y plazas desde lo alto de las farolas urbanas, proporcionando a la capital del Valle de Aridane un atractivo muy original.

Sí, en las Islas se vive el ambiente que cabe esperar por estas fechas. Deseo que todos podamos disfrutar de una ¡feliz Navidad!