GABRIELA GULESSERIAN | La Victoria de Acentejo
Un entorno bien cuidado, con los castañeros como protagonistas del paisaje, con un pequeño hotel rural en el que reine la tranquilidad y el sosiego y en el que se pueda disfrutar de una piscina climatizada con vistas al Teide.
Los pilares de la economía en el municipio apuntan al sector primario y al turismo, asegura el concejal de Desarrollo Local, Empleo y Obras del Ayuntamiento de La Victoria de Acentejo, Román Afonso (CC). Y, en ese sentido, el grupo de Gobierno (CC-PP) orienta todos sus esfuerzos y ha desarrollado dos talleres de empleo para potenciar estos campos que, hasta ahora, “ni siquiera se habían tenido en cuenta por corporaciones anteriores”. Es más, añade, “no había ni una concejalía de Turismo, la primera se ha puesto en marcha en este mandato”.
Para fomentar el sector primario, se han presentado dos proyectos de talleres ecológicos al Servicio Canario de Empleo (SCE) que “ignoró” porque ya había sido concedida otra subvención para una escuela taller. No conforme, el Ayuntamiento reclamó y está a la espera de ver qué sucede, indica el edil.
Afonso considera que La Victoria tiene una riqueza agrícola natural a la que hay que sacarle partido. Diferentes variedades de papas, viñas, castañas y aguacates y papayas en la parte baja, son algunos de los productos locales que se pueden ofrecer, no solo para consumo de los vecinos sino también para habitantes de otras localidades. Para ello, subraya el edil nacionalista, se necesita un respaldo formativo para los agricultores al objeto de que éstos se especialicen en diferentes técnicas de cultivo, fundamentalmente ecológicas, en una finca municipal, y esa es la razón por la cual el consistorio presentó los proyectos al SCE y confía en que finalmente sean aceptados.
20 CAMAS RURALES
En lo que respecta al turismo, el municipio tendrá en un año y medio su primer hotel emblemático que se ubicará en la antigua casona del Deán Calzadilla, un edificio del siglo XVIII ubicado en el barrio de San Juan, que está siendo rehabilitado por 30 alumnos de entre 18 y 24 años de una escuela taller. De arquitectura tradicional canaria, se encuentra en suelo urbano, tendrá capacidad para unas 20 camas y prevé dar empleo a una decena de personas.
Este proyecto se divide en dos módulos formativos, uno de mantenedor de arquitectura tradicional canaria y otro de carpintería tradicional. Ello ha sido posible gracias a una subvención de 900.000 euros otorgada por el Fondo Europeo, el Gobierno de Canarias y el propio Ayuntamiento, destinada a comprar el material para trabajar y pagar los sueldos de profesores y alumnos.
Durante los dos años que duran los trabajos, que comenzaron el pasado año, los alumnos tienen la oportunidad de cobrar un sueldo de más de 500 euros mensuales y, a su vez, adquirir conocimientos y formarse.
Pero además, el proyecto tiene la peculiaridad de que varias empresas locales han llegado a un compromiso con el Ayuntamiento para que aquellos jóvenes con mejor puntaje consigan trabajo por seis meses. Ello, señala el concejal, ha hecho que esta escuela taller, que contribuirá a disminuir la alta tasa de paro, haya sido valorada como unas de las mejores de Canarias.