EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife

El sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.) ha afirmado que el dato de la inflación acumulada refleja la profundización de la depresión de la demanda de bienes y servicios debido a la devaluación de las condiciones de trabajo, y recuerda que intentar ganar en competitividad devaluando la demanda hace crecer los índices de concentración de rentas.

CC.OO. señala en una nota que la finalización de las rebajas condiciona el dato de inflación; por ello, considera que hay que insistir en que invertir en salarios significa potenciar el poder de compra, una mejora de la fluidez del crédito y un incremento en la recaudación tributaria.

El sindicato indicó que, pese al incremento mensual, Canarias sigue estando en el vagón de cola de una baja inflación, no significando por ello que sea la región más competitiva de España, recayendo el ajuste vía salarios sobre la clase trabajadora, a través de los salarios, y fomentando la concentración de rentas.

Para Comisiones Obreras, “apostar por un recurso laboral barato es apostar por una demanda de baja calidad”. Por ello, defiende que la Administración pública debe centrar su política económica en el fomento de la actividad productiva, dotándose de leyes presupuestarias más cercanas al ciudadano. Así, propone que los salarios empiecen a tener más protagonismo para impulsar la demanda interna y compensar los efectos de la devaluación salarial.

CCOO sostiene que las medidas de recorte y disminución del poder adquisitivo a las clases sociales medias-bajas, además de las políticas actuales, dotan de inseguridad a los puestos de trabajo de forma que los contratos indefinidos son sustituidos por temporales. Este hecho, advierte, ocasionará una “pésima evolución” de la tasa de paro y retrasará el consumo sobre la base de una renta monetaria “débil e insegura”. Por ello, opina que la variable clave es el empleo y dentro de éste, el salario, puesto que “otorga compra al asegurar rentas”.

La organización sindical hace hincapié en que las reformas estructurales “laminan las relaciones sociales”, por ello reclama al Gobierno la apertura de un proceso de negociación para cambiar en profundidad la reforma laboral, centrar las políticas públicas en el crecimiento económico y la creación de empleo de calidad, en la defensa del modelo social, los servicios públicos esenciales y la cohesión social.