DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife
La candidata del Partido Popular a la presidencia del Gobierno de Canarias, Australia Navarro, proclamó ayer, en la presentación de su programa social, que van a “devolver la dignidad a la vida de los canarios que no tienen recursos y que más necesidades básicas sufren” en Canarias.
“Mi compromiso es poner las políticas sociales encima de la mesa del Consejo de Gobierno desde el primer día para establecer una política integral de servicios y recursos públicos, negociada y acordada previamente tanto con las organizaciones sociales que traban en el sector como con los cabildos y los ayuntamientos canarios”.
Navarro resaltó que, “tras cuatro años de improvisación y mala gestión”, tendrán que “hacer todos un esfuerzo titánico a partir de mayo para que los ciudadanos vuelvan a trabajar y para que los más lo necesitan sean atendidos como se merecen”. En Canarias, argumentó, “hay hoy 343.500 canarios que no tienen trabajo, más de 200.000 viven en o al borde de la pobreza, 29.000 aguardan porque el Gobierno les reconozca la Dependencia y 17.000 canarios esperan por un reconocimiento de discapacidad”. Es una situación de “emergencia”, enfatizó, “y hay que dar una respuesta”.
Con este fin, Navarro anunció que “Canarias, con el PP, va a empezar a cumplir con los beneficiarios de la Prestación Canaria de Inserción (PCI), así como las personas que sufren discapacidad o dependencia, “reconociéndoles en el plazo legal establecido y garantizándoles los servicios y las ayudas económicas durante los 12 meses del año, y no como ocurre ahora”.
La candidata aseveró: “Incrementaremos la financiación de la PCI más de un 60%, pasando de 28 a 45 millones de euros anuales, de manera que todos los canarios que tengan derecho a esta ayuda inferior a 500 euros la reciban mensualmente durante todo el año y no hasta mayo”.
Australia Navarro explicó que, para que las políticas sociales tengan éxito en Canarias, “es indispensable el diálogo y el trabajo permanente con las organizaciones sin ánimo de lucro que ya están implicadas en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, así como con las corporaciones locales y con todas las fuerzas políticas”.
Entre todos, proclamó la hasta ahora portavoz parlamentaria, “vamos a aprobar un Ley de Servicios Sociales en los primeros meses de legislatura que garantice las ayudas a los ciudadanos, aclare las competencias entre administraciones e incorpore una cartera de servicios que será exigible por los ciudadanos y que incorporará lo dispuesto en la Ley de Dependencia”.
Navarro expuso que lo que hay hacer es “cumplir las leyes que aprobamos en el Parlamento y que el ciudadano tenga garantizado el acceso a los derechos y a los servicios que le asisten”. En ese sentido, concretó que “establecerá una ayuda vinculada al servicio de dependencia, de forma que si los poderes públicos no garantizan los servicios al ciudadano, esta tenga derecho a una ayuda para ser atendido en el sector privado”.
Hace unos días, la candidata reprochó a CC y al PSOE que “abandonen a su suerte” a los canarios que carecen de ingresos económicos. “Se les debería caer la cara de vergüenza”, denunció. Navarro considera “una desfachatez” que los socios del Ejecutivo hayan dotado la PCI con un presupuesto global para 2015 de 28 millones de euros, a sabiendas de que con esos recursos se agotarían en cinco meses”.
Aun así, Navarro reconoce públicamente “la labor que realizan los profesionales que trabajan con los demás, por los demás y para los demás”.
La carta de ajuste del programa electoral
Mariano Rajoy sabe por sí solo si va o viene. Los demás mortales especulan sobre sus intenciones. Ante el mal rato por el que están pasando, en el PP hacen cruces. Pero no se cruzan de brazos. Dentro de cuatro semanas saldrán de dudas: subirán o bajarán las escaleras. El presidente no ve ninguna alternativa “viable” en España y, con el dedo levantado, avisa a la ciudadanía de que, si juega a la ruleta rusa, se pegará un tiro en el pie.
Rajoy no se anda con chiquitas. Por eso ha elegido a Australia Navarro para liderar un proyecto “ganador”. Aunque, en petit comité, sus adversarios políticos le coloquen la etiqueta de vicepresidenta, ella se crece en los momentos peliagudos. La candidata proclama “alto y claro” que se niega a que Canarias siga en el vagón de cola de un tren destartalado que chirría en unos raíles que, no obstante, están engrasados después de un largo recorrido por los tortuosos descampados de la austeridad. En el horizonte, los gigantes ya han sido sustituidos por molinos de viento que soplan tiempos nuevos. Revueltos o no. Las encuestas auguran que sí. Bueno, la EPA también dice que hay menos parados y, sin embargo, más paro. ¡Para volvernos locos!
Ahora que está en discusión la calidad del pan por el picante de los chorizos, el PP reparte levadura para “recuperar la concordia y el entendimiento, que la moderación y el reformismo sean los ejes de la vida política y las bases sobre las que construir el progreso y el bienestar”. En las autonómicas amasa la consolidación fiscal y una reorganización administrativa ambiciosa, con “menos Gobierno y menos Cabildo”. No es insulso el oficio de panadero.