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Raúl Agné,el entrenador más adecuado – Por Óscar Herrera

La manera de trabajar, su mensaje, el trato con el jugador y lo rápido que se ha adaptado, hacen que Raúl Agné merezca, por encima de los resultados de aquí a junio, su renovación como entrenador del CD Tenerife. Sé que está afirmación tan rotunda puede llamar la atención, y más tras perder ante el Alavés, pero las veces que he podido ver en acción al técnico aragonés en los entrenamientos, más las opiniones que uno va recogiendo de los que están más cerca de él, me hacen tener claro que su trabajo en la Isla debe tener continuidad después del 30 de junio.

Hace no mucho parecía que con la marcha de Quique Medina primero, y Álvaro Cervera unos meses después, la progresión y la apuesta por la cantera blanquiazul quedaría relegada por la urgencia de los resultados. Un entrenador (Raúl Agné), que llegara para apagar el fuego que había en el equipo y que se propagaba tóxicamente por todo el entorno no se iba a detener a pulir canteranos y ponerlos en acción. Pues fíjense que fue lo contrario, siendo una de las bazas que juegan a su favor.

Cuando Cristo González -poco después de anotar el gol más espectacular del Tenerife en la temporada a finales de enero en Albacete-, desaparece del primer equipo ya hubo quien demonizó al técnico deslizando que este hombre no creía en la cantera y que se la iba a cargar. Aquí siempre ha habido vampiros del tinerfeñismo que chupan la sangre a todo lo que no les venga bien y que hacen juicios con escaso criterio más allá que el de una barra de bar. Pero Agné, y su cuerpo técnico han creído en lo que viene por detrás. Activos como Jorge Sáenz, Carlos Abad, Younousse, y alguno más que viene pisando fuerte desde la fábrica de Geneto, están en el punto de mira de Agné, a quien se le ha visto a la finalización de varios entrenamientos dialogando y estando pendiente de la evolución de los más jóvenes.

Ese es uno de los motivos por los que me postulo con claridad hacia la renovación de Raúl Agné, quien llegó entre un escepticismo mayoritario, y que a base de trabajo riguroso y una mentalidad ofensiva que por aquí encaja perfectamente, puede y debe formar parte del Tenerife 15-16, con la certeza, por fin, de que lo mejor que estaba por llegar lo hizo en forma de entrenador con pinta de boxeador pero con alma de estratega ganador y decidido.