boxeo >

Yadiana Labrada: “El papel de la mujer está presente en el boxeo”

yadiana

JUAN S. SÁNCHEZ | Arona

El boxeo es religión en Cuba. No hay rincón de la gran dama del Caribe donde no se hable, no se respire, no se viva y se disfruta del noble arte. De allí llegó hace ya más de una década Yadiana Labrada. Sin hacer ruido, como suele ser cuando un cubano pretende salir de su patria, se escurrió de su país para llegar a las Islas Canarias… y aquí se quedó para armar dos familias, la suya, con su marido y su hija y la del gimnasio donde reside la Escuela de Boxeo de Arona. Y es que en el gimnasio, donde está unas 12 horas al día, ha tenido más de dos mil hijos. Así, como a una mamá, la tratan. Así, como a unos hijos, los trata ella. Ahora, tantos años y tanto trabajo después, se ha convertido en una de las pocas mujeres mánager y promotoras que hay no solo en el boxeo nacional y europeo sino también a nivel mundial. Pero salir de su Holguín natal no fue un paseo, hay mucha historia detrás.

-¿Holguín es la gran desconocida de Cuba?

Es la ciudad de los parques, allí, fue donde entró Cristóbal Colón a Cuba, o, por ejemplo, donde nació Fidel Castro. Hay muchos atractivos en la provincia.

-¿Seguía usted tanto el boxeo como lo sigue ahora cuando vivía en Cuba?

Allí en la tele siempre me quedaba con mi papá de pequeña cuando había Juegos Olímpicos o competiciones internacionales y veíamos cuando estaba Mario Kindelán, Maikro Romero, Félix Savón… ese equipo tremendo, luego Odlanier Solís, hasta Gamboa llegué a verlo antes de venirme para acá.

-¿Por qué tomó la determinación de venirse a Tenerife dejando atrás toda una vida?

Pues porque mi hermana ya estaba aquí. Me vine un 9 de mayo de 2002. Mi hermana estaba aquí afincada y necesitaba que yo viniera a ayudarle. Me había graduado allí en la universidad, en cibernética matemática, licenciada en Ciencias de la Computación. Yo estaba recién graduada, en 2001 y sólo había trabajado durante un mes en el ejército y fue tremendo para poder salir de allí. Lo logré y luego no he vuelto más. Me costó tanto salir…

-¿Y nunca ha tenido ganas de volver?

Bueno, yo ya me he hecho aquí. He descubierto el lugar más bonito del mundo aquí, hay de todo. Mi hermana está ahora en Cuba y le mandé una foto del Teide nevado y me decía que eso no lo hay en ningún lado. Le agradezco a ella porque pude descubrir este lugar. Los cubanos allí estamos locos por salir para donde sea y ahora ella está circunstancialmente allá, pero vive aquí conmigo y mi mamá también. Me costó mucho salir de allá. Nadie sabía que yo me iba a venir, fue terrible, sólo lo sabían mi hermana y mi madre. Me denegaron el visado la primera vez y tuve que presentar una documentación alegando que mi hermana estaba con problemas de salud y entonces sí me aceptaron el visado. El problema peor era el permiso de salida de Cuba porque era imposible. Yo tenía que cumplir dos años de servicio social por la carrera universitaria y además de eso, al estar vinculada con el ejército tenía que esperar cinco años para poder salir de Cuba y sólo estuve un mes. Tuve que insistir e insistir mucho, hasta el último día parecía que no podría salir porque yo tenía billete para salir de La Habana a las siete de la noche de un jueves y Holguín está a 700 kilómetros de La Habana y yo estaba el martes por la tarde noche aún esperando la autorización. Tuve que atravesar medio país. Incluso ya estando en el avión tenía tanto miedo que pensaba que me iban a dejar allí. Fue un vuelo de La Habana a Gran Canaria. Ya de ahí no he vuelto a salir nunca más para allá. He quedado un poco traumatizada aunque esta tierra me lo ha dado todo. Tengo la libertad y precisamente gracias al boxeo he viajado por España y por Europa a esos lugares que yo ni soñaba cuando estaba en Cuba. Hasta conducir, cuando voy conduciendo lo pienso y es que en Cuba es muy poco habitual que las mujeres conduzcan. Me da la sensación de haber avanzado tanto y de haber visto tantas cosas que nunca me imaginé. Allí estamos ciegos y no se sabe ni lo que hay fuera. Allí hay mucho control con la información y pasa algo en una provincia vecina y no te enteras. Lo que se dice en televisión o en radio o se lee en los periódicos sólo es lo que el gobierno quiere que se diga. No hay información y eso es lo peor. También hay muchas cosas buenas como la educación y la salud. Ahora tengo el permiso para poder volver, puedo regresar cuando quiera y me gustaría que mi familia conociera el lugar de donde yo vengo, pero no tengo esa obsesión.

-Llegó, encontró a Manuel y ahí arrancó ese vínculo tan grande que tiene ahora con el boxeo…

Él me transmitió esa pasión que tenía por el boxeo, era taxista cuando lo conocí y ahí empezamos a trabajar porque tenía que tomar una determinación cuando cogimos el gimnasio y tenía que estar en el taxi y en el gimnasio y no podía estar en los dos lados. Con el taxi él perdió mucho en el sentido económico, pero nosotros pensamos en su felicidad y el boxeo le hacía más feliz a él. Siempre estaba con el boxeo y esa pasión me llegó a mí y me ha convertido en parte de su proyecto. Determinamos que lo más importante es ser feliz en la vida, que lo que le hacía feliz era el boxeo y en el taxi nunca se había sentido tan feliz como con el boxeo. Su felicidad era entrenar porque como boxeador no le había ido tan bien, pero quería enseñar y aprender y seguir aprendiendo. Yo, para complementarlo me dediqué a otro tipo de trabajo que también me gusta mucho, la parte educativa, trabajar con los jóvenes, cuando la gente cambia y en la educación y los valores, que es lo más importante que debe tener una sociedad, los ves que van cambiando y valoran los sacrificios. Saber que el sacrificio que no tienen que pasar ellos en la vida cotidiana, como por ejemplo sí se pasa en Cuba, lo deben sentir en el deporte.

-Por todos esos valores ha ido formando una pequeña gran familia en la Escuela de Boxeo de Arona…

Sí, de eso se trata y hasta cuando cumplimos años lo celebramos con ellos. No tenemos aquí a nuestra familia, nuestra familia son ellos. Un día tuve una anécdota con un boxeador que iba a competir con un chico de fuera y yo estaba sentada en la grada y detrás de mí estaba el padre del rival de nuestro boxeador. Entonces yo gritaba por el mío y él por el suyo y una tercera persona me decía que tenía que entenderlo porque era su hijo, pero es que el otro yo lo sentía como a un hijo mío. Los defiendo, grito por ellos y a veces hasta pierde uno los papeles porque los siente uno así, son parte de mi familia.

-El proyecto de la Escuela de Boxeo de Arona tiene muy buena pinta…

Hemos llevado a cabo un proyecto serio y bien hecho, que me ha hecho sentir muy realizada, porque en los chicos ya se ve una evolución y un avance en su preparación deportiva y personal. Y hemos conseguido tener muchos boxeadores profesionales. Es a donde nosotros hemos querido llegar y ahora hay que seguir con un proyecto que puede ser soñador pero que puede ser realidad porque tenemos el material humano, que es lo más importante y ahora tenemos que seguir trabajando por ellos.

-No es usual ver mujeres involucradas en el boxeo en tareas de mánager y promoción. ¿Ha notado en el trato alguna vez algún tipo de discriminación por ello?

Algunas veces he tenido que mandar a Manuel a hacer alguna llamada de teléfono porque no me han hecho caso y para que me respeten un poco. No se nos da importancia pero hay muchas mujeres en el boxeo y la mayoría de las personas que están haciendo lo que hacemos nosotros, a lo mejor no están en primera fila, pero sí tienen el apoyo de sus mujeres, de sus novias, de sus madres. El papel de la mujer está presente en el boxeo, a veces no en la zona de la batalla, pero hay muchas en el boxeo. Ahora también hay muchas chicas boxeando o arbitrando y sinceramente yo no me siento nada diferente. A veces hay gente que prefiere hablar con Manuel antes que hablar conmigo pero no me traumatiza.

El boxeo, su única ideología

En más de 12 años de trabajo a favor del deporte del municipio de Arona han sido muchos los políticos que han podido arrimarse al proyecto de la Escuela de Boxeo que dirige Manuel Povedano, una escuela donde no hay colores ni ideologías, sólo respeto y trabajo. “Nosotros nos identificamos con el deporte, toda persona digna que pueda llegar a representar a un municipio ya sea en concejalías o patronatos el interés que tiene es que los clubes y la gente que trabaja en el deporte los apoye. Nosotros siempre nos hemos sentido contentos. Donde nos han llamado hemos ido porque lo que nos interesa es el deporte por encima de cualquier cosa y lo que pedimos es apoyo para el deporte y para un deporte como el boxeo, que ahora está en auge, que es importante. Y el boxeo tiene que sacar partido de eso, hay mucha gente vinculada a nuestro deporte y sé que interesa políticamente, pero a nuestro club lo que nos interesa es que se apoye y se apoya a quién lo practica”.