JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
Concebida como una de las obras más importantes de la pasada legislatura en lo que a dotación sanitaria se refiere, los seis nuevos quirófanos proyectados en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) podrían ser una realidad tras el verano, a menos que surja un nuevo imprevisto. Así lo confirmaron ayer desde el propio hospital tinerfeño, donde explicaron que se estima que la obra “pueda estar concluida en el tercer trimestre de este año”. Concluidos en 2011 -la obra fue entregada antes incluso, a finales de 2010-, la Consejería de Sanidad ha aducido distintas razones para explicar el retraso de su puesta en funcionamiento, razones tanto burocráticas como problemas vinculados a las “actuaciones complementarias” que se requieren en un servicio de este tipo.
Ayer mismo, desde la Gerencia del HUNSC confesaban que “se ha producido un ligero retraso en el plazo de ejecución de la obra de las enfriadoras debido, principalmente, a que se trata de una actuación compleja de ejecutar por su localización”. “Los trabajos se realizan en una zona que afecta a otras dependencias, en las que se encuentran profesionales y usuarios, de forma que se han tenido que compatibilizar los trabajos con la dinámica de la actividad hospitalaria, para que hubiera los menores inconvenientes posibles”, subrayaron las mismas fuentes.
Además, reiteraron que “para su puesta en funcionamiento es imprescindible la finalización, legalización y equipamiento de las obras, que permitan disponer de camas para la recuperación de los pacientes una vez intervenidos”. Las explicaciones ofrecidas por la Consejería de Sanidad y los responsables del Servicio Canario de la Salud (SCS) no han convencido sin embargo a los profesionales y sindicatos con representación en el hospital, quienes aseguran que se trata de unas salas de operaciones “muy necesarias” porque “van a sustituir a las actuales, que fueron construidas en los años 70 y que están completamente obsoletas”. Las mismas fuentes explican que llevan años denunciando que la ubicación de los actuales quirófanos “es un disparate, porque están desperdigados, y se tiene a los pacientes, generalmente en camilla, de pasillo en pasillo y de ascensor en ascensor para llegar hasta la sala, mientras que los nuevos están ya ubicados en el bloque quirúrgico”.
Listas de espera
Uno de los más críticos con este retraso ha sido el Sindicato Médico (CESM) en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, que ha pedido expresamente y en varias ocasiones a la consejera de Sanidad en funciones, Brígida Mendoza, que tomase medidas para poner a funcionar cuanto antes los seis quirófanos (cuatro de Traumatología, uno de Neurocirugía y otro de Maxilofacial).
Para su portavoz, Levi Cabrera, “el retraso es injustificable, sobre todo porque llevan cuatro años hablando de pequeñas trabas burocráticas”. “Los médicos llevan mucho tiempo quejándose de que necesitan salas de operaciones en condiciones óptimas, entre otras cuestiones para reducir las listas de espera y ofrecer una mejor calidad asistencial”, recalca Cabrera.
Junto a la puesta en marcha de los nuevos quirófanos en La Candelaria, la Consejería tiene previstas varias actuaciones más en el mismo hospital tinerfeño y en el HUC, al objeto de mejorar las prestaciones de servicios como las Urgencias. Está por ver, sin embargo, si los nuevos responsables del departamento sanitario mantienen el cronograma, las partidas y las obras que se pretenden acometer este año.
Los oftalmólogos se ponen al día
El Hospital de la Candelaria organiza estos días las V Jornadas de la Sección de Órbita y Oculoplástica del servicio de Oftalmología, un encuentro práctico que pretende actualizar los conocimientos y técnicas de los especialistas en el tratamiento de patologías oculares. El programa de esta edición ha contado con la colaboración del doctor Ignacio Genol, oftalmólogo de reconocido prestigio internacional en cirugía oculoplástica, con quien se han llevado a cabo diferentes intervenciones quirúrgicas empleando la técnica denominada lipoestructura orbitaria. Se trata de una cirugía que permite la corrección y la mejora de la funcionalidad de la región periocular, rellenando con grasa del cuerpo del propio paciente la cavidad orbitaria, mejorando así la funcionalidad de esta parte del rostro.