Esta semana se celebra en Garachico la decimoséptima edición del Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias (Ficmec); cuando un evento logra celebrarse de forma periódica durante diecisiete años es porque ha conseguido un arraigo entre la población que lo convierte en esperado y anticipado. Tenerife tiene la suerte de ser sede de un Festival de estas características, suerte a la que no es ajena el empeño de su director David Baute.
El Ficmec no se conforma con la exhibición de películas relacionadas con la amplia temática medioambiental, sino que va mucho más allá con talleres, charlas, mesas redondas, exposiciones, y en suma, toda una agenda paralela que refuerza la vocación del Festival por llegar al mayor número de población posible, y así concienciar e involucrar a los agentes sociales de la necesidad de conservar nuestro medio como la única riqueza verdadera de la que somos no depositarios, sino guardianes.
Reunir en un mismo plano creatividad, arte y protección del medioambiente no puede ser más que una combinación ganadora. Cabe recordar que en la edición de 2014 hubo una asistencia media a cada proyección (y fueron 28 películas) de ciento cincuenta personas, más las que acudieron a las actividades paralelas. De esta afluencia de público se deriva igualmente una fuerte generación de economía que repercute no solo en el municipio de Garachico, sino en el conjunto de la Isla Baja, que consolida así su posición como referencia de actividades culturales vinculadas al territorio.
Ocurre igualmente en Los Silos con el Festival del Cuento o el Festival Boreal, o el olvidado Festival Salpica de Buenavista, que debería recuperarse, o en los diferentes Días de las Tradiciones que se celebran en los municipios. Son iniciativas con un alto retorno en relación a la inversión que se hace en ellas, porque atraen visitantes, invitan a descubrir la gastronomía, y enganchan a quienes se acercan a la comarca. Entendemos que las Administraciones tienen que implicarse en la promoción y organización de estos eventos, como hace el Cabildo, por su impacto en la dinamización económica y de empleo en los municipios, especialmente en los de la Isla Baja.
Las iniciativas que suman Medio Ambiente y Cultura necesitan del respaldo de las Administraciones para garantizar su viabilidad porque devuelven a la sociedad, y no sólo en términos económicos sino sociales. Cada ciudadano que cambia su punto de vista tras participar en el Festival y se conciencia de la necesidad de proteger la Naturaleza es tan valioso para la sociedad como el consumo en los restaurantes o en los alojamientos.
Les invito a visitar y disfrutar del Ficmec durante estos días, acercándose a Garachico y a la Isla Baja para ver alguna buena película, pasear por alguna exposición o participar en alguna charla. No se arrepentirán.
*Vicepresidente y consejero de Bienestar, Sanidad y Dependencia del Cabildo de Tenerife