Estaba fuera de control desde su propio lanzamiento. Y ayer, dos horas después de arrancar una campaña electoral que tiene a medio país en un sinvivir, la nave rusa Progress-59 se desintegró sobre el océano Pacífico. Cuentan las crónicas que el carguero espacial llevaba tres toneladas de suministros que iban para la Estación Espacial Internacional, donde los astronautas rusos y estadounidenses que viven en ella habían hecho la lista de la compra. Al parecer, según cuentan, ellos continúan operando con normalidad y tienen suministros de sobra hasta que llegue la próxima guagua. Perdón, el próximo vuelo. Aquí, en la Tierra, en este país metido en urnas, se hacinan un sinnúmero de listas. Unas listas que, en gran parte, están fuera de control desde su propio lanzamiento. Ahí están. Las listas electorales cerradas. Las listas de los ciudadanos con derecho a voto. Las listas del paro. Las listas de los despedidos. Las listas de espera en la Sanidad Pública. La lista de los defraudadores de Hacienda. La lista de la veintena de profesores que dicen que tenía el alumno de la ballesta. Las listas de las calificaciones de los universitarios. Las listas de los clientes habituales. Las listas de los morosos. Las listas de los vuelos retrasados y cancelados.

La actividad diaria no se entiende sin alzar la vista, sin concentrar la mirada en alguna lista. La lista de los correos electrónicos, la lista de los mensajes o la lista de las llamadas perdidas. O de las llamadas salientes sin respuesta. La lista de los llamados amigos en las redes sociales. Las listas de desaparecidos en el Mediterráneo o en Nepal. La lista de fallecidos en un accidente. La lista de la vida. Aquí, en la Tierra. Aquí, en un lugar de nombre España también navega un carguero llamado progreso que lleva fuera de control un buen tiempo, quizás porque su último lanzamiento fue fallido. Desconozco si cuando se desintegre lo hará sobre una superficie tan pacífica como la del océano. Los destinatarios del contenido de este otro carguero, todos nosotros, no pueden continuar operando con normalidad, ni tampoco cuentan, tras repasar la lista de pedidos, con suministros de sobra hasta que llegue el próximo vuelo.