CINE

Festivalito de La Palma: Los astros vuelven a alinearse

FESTIVALITODespués de cinco años de ausencia forzosa, y cuando ya creíamos que el agujero negro de la crisis económica se había tragado toda esperanza, vuelve el Festivalito a la isla de La Palma del 24 al 31 de este mes. La voluntad política unida al tesón personal (pareja en general infalible) obraron el milagro. Celebrado desde 2002 al 2010 sin interrupciones, el Festivalito se parece más a una fiesta desenfadada que a un típico festival de alfombra roja. Este año, en particular, su dirección ha decidido abrir aún más el espectro (no solo de cine independiente vive el hombre) y ha incluido actividades de práctica y análisis cinematográfico. La Palma Rueda, una de las propuestas desarrolladas en el marco del festival, es un buen ejemplo de ello: una semana de convivencia en la que cineastas, lugareños e invitados convertirán el hecho de rodar, editar y terminar una película en una experiencia vital. Entre los aproximadamente 250 participantes, destaca la presencia del actor Alex García o del realizador de series-web más exitoso de habla hispana, David Sainz. Pero además, los diferentes talleres, charlas y coloquios se atreven a ir más lejos y ofrecen yoga para niños, respiración consciente (mindfulness) y hasta una charla y curso zen ofrecido por la mundialmente famosa Suzanne Powell. Y uno se pregunta qué tiene que ver el cine con todo eso. Su director, José Víctor Fuentes, nacido en Las Palmas de Gran Canaria pero palmero por herencia familiar, cineasta él mismo, cree que el cine es la disciplina artística que nos acerca más al conocimiento de nosotros mismos. Dar un paso más y ofrecer actividades que nos vinculan al desarrollo personal no es, en su opinión, algo tan descabellado. Y La Palma, la isla canaria con el mejor cielo para contemplar nuestros orígenes, es decir, las estrellas, es sin duda el marco perfecto para desarrollar un evento de estas características. ¿O no? Para salir de dudas, hablamos con José Víctor Fuentes, su artífice.

-El Festivalito vuelve al ruedo después de cinco años…
“Durante estos cinco años hemos tratado de relanzarlo pero no lo habíamos logrado hasta ahora. Este año se unieron las fuerzas o los astros adecuados y volvemos a la carga”.

-¿Los astros y las fuerzas políticas?
“Ha sido el apoyo institucional el que se ha materializado, que no solo es monetario, sino el representado por las ganas de las instituciones en sacar adelante este proyecto que aunque sea una iniciativa privada, no deja de ser un proyecto público. Este año han sido las instituciones las que nos han llamado para volver a lanzar el Festivalito. Siempre era al revés”.

-¿Eso demuestra un gran interés de parte de las instituciones, seguramente reflejo del interés público?
“Sí, y es muy positivo porque se supone que el interés es a largo plazo, no solo este año que es año electoral, cosa que ha generado suspicacias en algunos”.

-¿Quiénes exactamente han sido los que se han interesado por relanzarlo?
“El grupo de gobierno del Cabildo de La Palma que ahora está formado por PSOE y Coalición Canaria, pero que el año pasado, en el momento de la decisión estaba integrado por PSOE y PP, por lo que se puede decir que las principales fuerzas políticas de la Isla tomaron cartas en el asunto. A ese puntapié inicial del Cabildo se han ido sumando las demás instituciones. La verdad es que ha sido fantástico, porque se ha producido una gran cadena de apoyos. Todavía nos quedan otros que conseguir, pero hemos decidido retomar poco a poco. En comparación a cómo empezamos hace 15 años, cuando nuestro proyecto era un poco más ambicioso, nos hemos adaptado a las circunstancias y estamos yendo despacio; eso sí, con vistas a crecer cada vez más”.

-Sorprende -y gratifica- escuchar algo así. Los tres partidos más importantes apoyando juntos un proyecto cultural. Esto no es cosa de todos los días…
“Nosotros también estamos encantados y lo decimos en todas las ruedas de prensa. Le debemos mucho a los tres, tanto al PSOE como al PP como a Coalición. Digamos que esta vez no salió por nuestra iniciativa sino porque PSOE y PP me llamaron a mediados del año pasado para relanzar el proyecto que este año lo ha retomado CC, que a su vez fue el artífice en sus comienzos. Cuando se manifestaron las voluntades políticas yo dije que no me lo creería hasta que fuera incluido en el presupuesto (de hecho, es la primera vez que se incluye) y cuando finalmente lo hicieron, ahí supe que el Festivalito sería una realidad”.

-¿Qué significa el Festivalito para La Palma?
“Ayer mismo nos lo decía una persona en un mensaje: “Gracias por abrir una puerta en el universo cultural de la isla de La Palma”, yo creo que, efectivamente, es una puerta y que la gente se siente muy orgullosa de él porque hemos tratado de que lo sintieran como suyo. Es un festival popular al que el público asiste tanto como espectador, como integrante de sus actividades o como artista. Además, es una oportunidad de consolidar un evento cultural en la Isla, donde hay muchas fiestas populares pero pocos acontecimientos culturales. En definitiva es un festival apreciadísimo por los habitantes de La Palma que además -y esto es una primicia- tendrá muchas sorpresas este año que no desvelaremos a propósito, para que la gente lo disfrute aún más”.

-Desde el punto de vista económico debe dejar también su huella en la Isla…
“Sí, prácticamente el total de los beneficios (que no son pocos) generados por el festival se queda en La Palma”.

-¿Por qué el cambio de nomenclatura? El nombre de ‘Festival de Cine de las Estrellas’ intuyo que no tiene nada que ver, precisamente, con estrellas de cine.
“Queremos que el Festivalito sea cada vez más multidisciplinar, que a través del cine la gente encuentre claves para un replanteamiento de la vida. Vivimos una crisis que no es solamente económica. De hecho, la crisis económica es una consecuencia de la crisis existencial y humana que estamos experimentando. La sociedad ha perdido los valores que nos llevan a tratar de vivir como mejores personas. Nuestro deseo es que, a través del cine, la gente encuentre algo de luz, de guía. Por eso hemos establecido la semejanza con las estrellas. Porque cuando uno las contempla por la noche se produce un momento mágico que genera preguntas del tipo quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos. Lo mismo pasa con las películas. Cuando uno se enfrasca en una película se producen ciertas preguntas o aparecen respuestas y pistas sobre tus propios problemas. Así que el objetivo es ese: tratar de afrontar la crisis que nos rodea de otra forma, a través del cine”.

-¿Está proponiendo una nueva forma de ver cine?
“Sí, de alguna manera. El Festivalito es un campamento cinematográfico porque hacemos cine pero nos gustaría también que se desplegase la creatividad y el autoconocimiento a través de él, que la experiencia de vivir una semana en convivencia fuera en realidad lo más importante. Por eso hemos buscado películas que nos hagan cuestionar el mundo que nos rodea, de la misma forma que miramos el cielo por la noche en la isla de La Palma. Nuestra idea es crear un espacio de reflexión y análisis fílmico con el objetivo de trascender las proyecciones y tratar de arrojar un poco de luz a nuestra existencia”.

-¿Qué cree entonces que tiene el cine que lo hace ideal para ayudar al espectador?
“A través del cine todo entra más fácil. Los mensajes que contienen las películas, sin que necesariamente yo esté de acuerdo en que una película tenga que transmitir un mensaje, generan sensaciones que penetran fácilmente en la conciencia del espectador, que le pueden conmover de pies a cabeza. Eso no pasa ni con la poesía, ni con la literatura, ni con la pintura. El cine es muy directo y todos tenemos cultura audiovisual: crecimos con la televisión y tenemos Internet; no nos asusta, es un medio casi natural para nosotros. El otro día me entrevistaron junto al párroco de la Basílica de Las Nieves y se me ocurrió que las historias cinematográficas se podrían equiparar a las parábolas de la Biblia en el sentido de que cuentan historias que se relacionan con la vida y ayudan a sacar conclusiones o a hacerse preguntas. Personalmente, el cine me ha salvado la vida y creo que tiene cualidades que las demás artes no tienen. Por eso es que es la suma de todas las demás. Por cierto, el párroco quiere venir al Festivalito (risas)”.

-El Festivalito este año tiene talleres muy curiosos, directamente relacionados con el autoconocimiento…
“Estoy deseando ver cómo saldrá la gente de esos talleres. Y quiénes vienen. Por ahora puedo decir que hay más de 50 personas apuntadas y apenas los hemos anunciado. También he de decir que el alma mater de todas estas iniciativas es Virginia Park, la directora artística del Festivalito durante estos años y la autora del nombre Festivalito. Ella cree que estos talleres están muy relacionados con la creatividad, porque hacen ponerse en la piel de otra persona para después descubrirse a uno mismo, algo así como el trabajo de los actores. En definitiva, todo un mensaje que queremos dar no solo a través del cine sino de las actividades complementarias. Gran parte de las películas seleccionadas están orientadas a ello. Al hecho de cómo nos puede ayudar el cine independiente en esta transformación personal”.

-Y usted, ¿cómo cree que puede ayudar?
“Creo que aporta, sobre todo, visiones independientes del mundo. Ya sea porque se inventa un mundo o porque lo retrata de acuerdo a una visión particular. No ofrece una visión unificada de las cosas, como hace el cine comercial. En el Festivalito hemos ya dejado de lado el viejo debate de cine comercial versus cine independiente. No queremos defender a este último solo porque somos pobres, no nos hacen caso, no tenemos dinero y solo podemos hacer esa clase de cine. No. El cine independiente también tiene una misión exclusiva y creemos que, entre otras, es esta”.

-En este marco llama la atención la inclusión de ‘Interstellar’ de Christopher Nolan…
“Pues curiosamente, aunque es una película decididamente comercial, me sorprendí al verla. Reconozco sin vergüenza que no estoy cerrado al cine comercial, pero además Interstellar propone un mensaje muy especial, digno de ser recibido y que provoca muchas preguntas. Las mismas preguntas que nosotros estamos interesados en hacer surgir en el Festivalito. No buscamos respuestas, buscamos preguntas y está claro que el cine sirve como excusa para plantear los grandes temas de la humanidad: cómo tenemos que vivir en el planeta, la amistad, la familia, el amor, la libertad interior para elegir ser una cosa u otra. Tenemos la intención de traer a tecnólogos humanistas y a astrónomos para fomentar un buen debate. Nos gustaría que este año los coloquios fueran casi más importantes que las películas”.

-Antes dijo que el Festivalito traerá sorpresas con respecto a las versiones anteriores.
“Y tanto (risas). Por ejemplo, proyectaremos una película que no diremos nunca dónde ni cuándo será proyectada. Solo adelantamos que no será en un espacio interior. La gente se la encontrará por la calle de improviso. Y nos gustaría que muchas de ellas fueran así. El Festivalito está cambiando y pronto sabremos de qué va esta nueva edición, aunque apelamos cada vez más a la frescura y a la participación. Estamos experimentando. Y ahí lo dejo”.

-¿Cómo reacciona el público local a las proyecciones de cine independiente?
“Al principio digamos que regular, o en algunos casos, francamente mal. De todas maneras no existe el concepto “público” como una unidad. Hay varios tipos de público, incluso al que no le va el cine. Al que le gusta el cine independiente, poco más que nos adora porque es la única oportunidad que tiene de verlo en pantalla grande. No todo gusta, por supuesto, pero eso es bueno, muy bueno. Tiene que haber cosas que no nos gusten para educarnos, porque de otra manera seríamos como niños chicos que solo comen croquetas y espaguetis y nos perderíamos los grandes desafíos de la verdura y la fruta (risas). La sociedad está apoltronada y tal vez es necesario sacudirla un poco. La programación no tiene nada que ver con los gustos de los que trabajamos en él. Son películas que creemos que son necesarias”.

-¿Cree que el público se puede educar?
“Se puede y se debe. Yo soy el primer ejemplo de eso. Mi película preferida era Top Gun con Tom Cruise. Pero un día fui a ver cine independiente y poco a poco, sin querer, empecé a valorar otras cosas, sin despreciar el cine comercial, por supuesto”.

-El criterio de selección, entonces ¿en qué se basa?
“Salvo Interstellar y Kamikaze, hemos seleccionado atendiendo al criterio de películas hechas con pocos medios y que busquen nuevos caminos narrativos y nuevas propuestas estéticas. Este año, además, estaremos centrados en cine canario, hecho por canarios dentro o fuera de Canarias y no porque no podamos acceder a otro tipo de películas sino porque creemos que el cine local está atravesando un momento crucial en su historia”.

-¿Por qué?
“Por la gran cantidad de cineastas canarios que hay en este momento, cuantitativa y cualitativamente. Comparada con otras regiones de España, Canarias hace muchísimo cine, tanto largometrajes como cortometrajes de ficción y documentales. Para los pocos que somos y para lo aislados que estamos, es algo muy sorprendente. Víctor Moreno y Octavio Guerra estuvieron este año nominados a los Goya y casi todos los años hay algún canario nominado. Tengo la impresión de que ahora solo se habla del cine que viene a rodarse, de las grandes producciones de Hollywood o las películas españolas, que dejan cosas muy interesantes, por supuesto, pero no hay que perder de vista el enorme potencial del cine canario. Los beneficios fiscales para películas grandes y medianas están muy bien, pero la gran mayoría del cine que se hace en Canarias, España y el mundo son el resultado de producciones realmente pequeñas. Eso también queremos reivindicarlo en el Festivalito. Necesitamos estar al mismo nivel que las grandes películas en cuanto a beneficios fiscales y ayudas públicas”.