La pieza escultórica denominada Lady Tenerife vuelve a lucir en su enclave originario desde 1972: la santacrucera plaza de Alberto Sartoris. Ayer se procedió a su reinauguración, tras el proceso de restauración al que ha sido sometida en los últimos tres meses para recuperar su mejor aspecto. El acto estuvo presidido por el autor de la obra, el artista Martín Chirino (Gran Canaria, 1925), quien se confesó feliz por esta rehabilitación y calificó la obra, realizada entre 1970 y 1971, como una de sus creaciones más valiosas. Bajo la dirección de Martín Palazón, Lady Tenerife ha recuperado sus líneas y tonalidad originales a partir de un proceso de restauración con planchas de acero corten de dos milímetros de grosor situadas sobre la estructura principal, de acero soldado.
Además, se ha repetido el proceso de pintura al duco, respetando la tonalidad anaranjada original, característica de esta pieza de la serie Mediterránea del escultor grancanario. Lady Tenerife supuso la primera irrupción de obras monumentales en el callejero de la capital santacrucera en el periodo de efervescencia artística de la década de los 60 del siglo pasado, que tuvo su momento culminante con la Exposición Internacional de Escultura en la Calle, en 1973.
La obra de Martín Chirino, que formó parte de esa inolvidable apuesta artística de la ciudad chicharrera, se adelantó al resto de piezas al poder ser contemplada desde un año antes, siempre en su ubicación actual. El artista dijo ayer sentirse “feliz de estar de nuevo en Santa Cruz, donde tanto me han dado y tan bien me acoge a mí y a mis obras”. “Solo puedo tener palabras de agradecimiento para el Colegio de Arquitectos y para la Fundación CajaCanarias por devolver a esta magnífica Lady su esplendor original”, señaló. En el acto de presentación de la obra celebrado en la mañana de ayer también se dieron cita el presidente de la institución propietaria de la escultura, Argeo Semán Díaz, y el presidente de la Fundación CajaCanarias, entidad que se ha encargado de abordar su reciente restauración, Alberto Delgado. Este último puso de relieve que, con motivo de la celebración de la muestra retrospectiva Martín Chirino. Crónica del Viento, que albergó la sede de la Fundación CajaCanarias en la capital tinerfeña hasta el pasado mes de enero, “decidimos que acometer la restauración de este símbolo de Santa Cruz de Tenerife no podía esperar más tiempo”.