Venezuela y Colombia asisten a un nuevo episodio de tensión, con la orden del cierre de la frontera entre ambos países decretada por el presidente Nicolás Maduro, después de que un grupo de militares venezolanos sufriera un ataque mientras realizaban labores de control del contrabando, la causa principal a la que el Gobierno Bolivariano señala para justificar el grave desabastecimiento de productos de primera necesidad que sufre el país.
Los más de 2.000 kilómetros de frontera que comparten sendos países han sido un punto caliente históricamente en las relaciones entre Venezuela y Colombia, que tuvo su momento de máxima tensión durante la etapa de los gobierno de Hugo Chávez y Álvaro Uribe, donde incluso se llegó a generar un clima de tensión bélica o preguerra, que hizo saltar todas las alarmas. Pero habría que mirar más atrás en el tiempo, hasta el siglo XIX, cuando se delinearon las fronteras, para encontrar las raíces de esta relación que ha vivido momentos de tensión por distintas causas y también de colaboración entre ambos países.
El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, sugirió que detrás de este ataque podrían estar “paramilitares colombianos”, según recoge la prensa venezolana. Mientras que la ministra de Asuntos Exteriores, María Ángela Holguín, lo atribuyó a las mafias del contrabando.
Pese a reconocer la legitimidad de esta orden de cerrar la frontera de Táchira, en Colombia esta decisión no ha sentado nada bien. El ministro colombiano de Interior, Juan Fernando Cristo, calificó de “inconveniente” el cierre de la frontera con Venezuela durante 72 horas y advirtió de que “es una decisión que no le conviene a las relaciones de ambas naciones”, recordando que se trata de “una frontera muy dinámica, muy activa, con una enorme integración cultural de su gente”.
El gobernador de la región colombiana de Norte de Santander, Edgar Díaz Contreras, señaló por su parte que la medida adoptada por Nicolás Maduro afectará a unos 200.000 colombianos, por lo que ha reclamado al Ejecutivo que intervenga. “Serían entre 150.000 y 200.000 los colombianos afectados por el cierre de la frontera”, explicó en declaraciones a Blu Radio recogidas por Europa Press, subrayando que “esta determinación perjudica a la gente más necesitada”. En Caracol Radio, este mismo gobernador fue todavía más contundente y aseguró que “ya se le va rebosando la copa a todos los nortesantandereanos” por las medidas del presidente venezolano. “Esto no es más que una cortina de humo de Maduro para tratar de desvirtuar la mala economía que presenta Venezuela”, opinó. El presidente Maduro, lejos de aliviar la tensión, echó más leña al fuego poniendo, ahora, en primera línea del debate político el problema de la emigración colombiana, en una intervención desde el Palacio Presidencial de Miraflores, en la que comparó el proceso que sufre su país con la emigración africana a Europa.
Según recoge el periódico La Patilla, Maduro cifró en 144.000 los colombianos que entraron en Venezuela el año pasado y en lo que va de año ya van por 121.000. “Estamos llegando al punto límite para soportar esa emigración masiva”, lamentó, al tiempo que señaló que se trata de “un pueblo que viene casi sin educación, sin un medio en el bolsillo, los pobres de la tierra huyendo de la violencia y de la miseria, buscando en la Venezuela socialista la protección”.