LITERATURA

“Pocas cosas tienen tanto valor como las palabras”

Juan Bosco, escritor. Autor del libro  ‘Esta voz es nuestra’ . / DA
Juan Bosco, escritor. Autor del libro ‘Esta voz es nuestra’ . / DA

Juan Bosco (La Orotava, 1973) se estrena en la publicación en versión digital con Esta voz es nuestra (amazon.es). Un libro en el que reflexiona sobre la comunicación humana y el valor de la palabra. “Es, ante todo, un libro útil y, como tal, necesario”, asegura.

-¿Estamos ante una teoría de la comunicación, un ensayo filosófico o un libro de autoayuda?
“A decir verdad no encaja en ninguna de esas tres definiciones y, al mismo tiempo, tiene algo de cada una de ellas. Yo diría que se trata de una reflexión sobre la experiencia maravillosa de la expresión humana, de la capacidad que tenemos de comunicarnos unos con otros y del papel que esta juega en las relaciones entre personas”.

-¿Cómo y por qué surge la idea de abordar esta temática?
“Por mi formación y por mi trabajo he ido adentrándome en el universo amplio y multicolor que esconde la voz y en el poder de la palabra. Estoy convencido de que la palabra crea la realidad, la manifiesta, es el LOGOS, y la voz es el medio físico particular a través del cual se produce el milagro de la comunicación, que no se reduce a la mera emisión de información ni al discurso pre-elaborado. La comunicación es un ámbito del ser en el que es posible conectar con el mundo y con cada cosa que este contiene. Cuando estudié Filosofía aprendí, básicamente, a pensar, es decir, a usar el pensamiento. Además de escribir trabajo como locutor desde hace 18 años y durante diez canté. Toda esa experiencia tomó forma en una especie de método que permite rescatar la característica más genuina de la comunicación y de la palabra como instrumento de transformación del mundo: la honestidad”.

-¿A qué tipo de lector está dirigida esta publicación?
“A todo el público, porque todos hablamos y todos necesitamos sentirnos comprendidos y comprender. Cuando nos descubrimos a través del modo en que usamos la voz se abre un amplísimo abanico de posibilidades en nosotros y se liberan, incluso, cargas emocionales que nos condicionan para ser tal cual somos ante cualquier persona y o circunstancia”.

-¿Corre algún tipo de peligro la comunicación verbal dado el uso, cada vez más generalizado, de la comunicación virtual?
“No, si por encima de todo valoramos el encuentro humano. Hablo de ello en este libro. Goleman, que se encuentra a la vanguardia en el estudio de las emociones, apela en todo momento al encuentro entre las personas porque ese es el único ámbito en el que se puede producir la verdadera comunicación, la comunicación integral, aquella en la que lo que pienso, siento, digo e incluso expreso a través de mi postura corporal y mis rasgos faciales, provoca un efecto específico y de gran poder en quien me escucha”.

-¿En qué consiste la metodología que ha diseñado para ampliar la visión de la comunicación?
“Es un sistema a través del cual cualquiera puede llegar a comprender qué rasgos de personalidad se esconden tras el modo en que usa su voz y las dificultades que puede tener para expresarse y comunicarse. Mediante una serie de ejercicios y la explicación de procesos neurológicos, biológicos y psicológicos, cualquiera puede superar miedos inconscientes y condicionantes emocionales y descubrir su propia voz. Me refiero, incluso, a su verdadero tono, sus auténticos matices y sus propios recursos a la hora de hablar con otra persona o ante un grupo y de reflexionar de modo eficaz sobre cualquier cuestión. Al fin y el cabo, estamos estructurados en creencias y estas, a su vez, lo están en palabras. Siempre volvemos al mismo punto y, en estos tiempos, pocas cosas tienen tanto valor como las palabras”.

-Esta es su primera experiencia en formato digital. ¿Dónde y cómo se puede conseguir el libro?
“Publicar digitalmente es siempre un reto y hacerlo en un país que tiene la costumbre de buscar lo gratis, más todavía. Además, no es aquí donde más se lee, precisamente, a pesar de que se edita a raudales cada año. El formato digital permite llegar a cualquier rincón del mundo con un click a través de la plataforma Amazon. Otra ventaja es el precio: dado que uno es su propio editor y no hay gasto alguno de impresión, el libro puede adquirirse a un precio excepcional de 2,99 euros, aunque bien es cierto que se necesita una tablet o un dispositivo de lectura para poder descargar el documento una vez efectuada la compra. Pero la idea era hacer un material muy accesible y abierto”.

-¿Tiene otros proyectos literarios en marcha?
“Precisamente estoy trabajando en un nuevo texto, una novela que aborda la cuestión de la casualidad frente a la causalidad de las cosas. Es una historia que contiene, a su vez, varias historias que la amalgaman. El telón de fondo es una reflexión sobre el sentido que tienen los acontecimientos que vivimos y hasta dónde puede extenderse la onda expansiva de los hechos, que nunca son aislados desde la perspectiva de los personajes de Todas las formas del agua. Además, en breve verá la luz la segunda edición de mi anterior trabajo, La lista, en formato bolsillo y estoy armando también las piezas para otro ensayo y otra novela. En cualquier caso, el tiempo es escaso y es difícil vivir de lo que se quiere escribir; lo expreso así porque mi principal trabajo sí es escribir, pero no lo que me apetece, sino encargos que pueden ir desde la narración de una historia familiar hasta el guión de cine. En cualquier caso, me siento afortunado y agradecido por ello”.

-¿Su faceta como cantautor y humorista la ha abandonado definitivamente?
“Me gusta esta pregunta por una razón: me permite hacer un desmentido: nunca fui humorista. Es cierto que participé en un programa de contenido humorístico muy popular en una televisión estatal, pero fue eso, una participación puntual, no una profesión. Una vez trabajé como camarero, ¿eso hace que tome forma mi faceta como profesional de la hostelería? Es absurdo. Además ocurrió hace nada menos que 21 años; fue un trabajo y lo que sí me resulta humorístico es que se me recuerde a pesar de las muchas cosas que he hecho hasta hoy. Sin embargo, lo que ha estado siempre en mi vida es la literatura. A eso sí me he dedicado desde los 17 años, así que, hablemos de eso. ¿La música? Fue una estupenda y rica etapa de la que solo tengo buenos recuerdos y extraordinarios amigos. Canté durante 10 años. Pero ahora escribo y me siento en mi sitio haciéndolo. Puede no entenderse, pero es así. Qué pasará mañana no lo sé. He tenido el privilegio de poder hacer muchas cosas y, además, soy un amante del cambio porque me enamora la paradójica realidad de que este es la única constante verdadera de la vida, y yo reivindico la vida como único extremismo, como canta Silvio Rodríguez”.