el charco hondo

Ann

Hay muchas versiones de King Kong; y, por fantasmales, las primeras puede que sean las más atractivas. Una realizada sin apenas medios (creo que es la de Cooper y Schoedsack, en 1933) impresiona más que las posteriores. Una escena es, sin duda, la más inquietante de la película. En la aldea los nativos tienen un ritual. Su convivencia con el gorila exige una liturgia. La tribu llama a King Kong y le entrega a Ann en sacrificio -actriz de teatro, Ann Darrow está desempleada por culpa de la crisis del 29-. ¿Ha visto Ana Oramas ésta o alguna otra versión de King Kong? Ana y Ann tienen algo en común. Puede que a Oramas, como a Darrow, su tribu la esté sacrificando al dejarla sin relato ni espacio propio de cara a las elecciones generales. En la Isla Calavera la cosa pinta tirando a rematadamente mal para Oramas. En unos casos no es por culpa de su tribu, en otros sí. Estas elecciones son un circo de dos pistas, y Coalición no tiene pase en ninguna de las dos. En una pista el electorado decidirá si votar nuevo o viejo, bipartidismo o emergentes; en la otra, si derecha o izquierda. Coalición no está en la primera, tampoco en la segunda. Y no hay tercera. A diferencia de comicios anteriores, esta vez no hay pista para la disyuntiva centro-periferia. Los nacionalismos pisarán más grada que pista. Otros serán los actores principales. NC lo ha olido, por eso quieren irse de inquilinos a casa de los socialistas -¿y si no es temporal?- al debate derecha-izquierda. No acaban ahí los dolores en la aldea. Mientras CC y PSOE se oxidan ante la opinión pública con la telenovela que están protagonizando, es el PP canario el que lo está bordando con su buenismo de última generación. Soria avanza, Oramas retrocede. A ella este buenismo que se traen populares y nacionalistas la deja sin apenas margen para un discurso que le dé un espacio diferenciado. O en CC actualizan el guión o, sacrificada por los suyos, cuando cierren los colegios electorales Ana Oramas acabará como Ann Darrow.