Tribuna villera

Idoneidad política

El reciente cambio político en el gobierno de Canarias, de personas que no de partidos, ha suscitado un debate interno en el seno de la clase política afectada. La transición de Paulino Rivero a Fernando Clavijo arrastró a algunos dirigentes de la etapa Rivero a ser cesados tras la llegada de Clavijo. Obviamente a algunos no les ha gustado el relevo por razones diversas, entre otras por la falta de idoneidad del sustituto. Aunque nadie es imprescindible en esta vida, y menos en la política, se han expuestos los méritos de los personajes que han accedido a los nuevos cargos en el ejecutivo político de Clavijo. Parece que ser licenciado en filología inglesa no es suficiente para ocupar cargo de responsabilidad en el ejecutivo canario. Como me llamó la atención me interesé por el asunto, ya que además lo había vivido en mis carnes allá por 1987, cuando las AIC accedieron al poder, y se rechazó la propuesta aprobada por el comité insular de ATI para que fuese nombrado consejero de obras públicas del gobierno autónomo de entonces. Aquello me sirvió para aprender a caminar por la senda política de Canarias, por el Senado y el Parlamento Europeo, así como para conocer la importancia de las encuestas partidistas. Hoy constato que existen herramientas en el campo de la psicología que están al servicio del conocimiento y tienen mucho que aportar a la gestión empresarial y política. Una de ellas es el eneagrama, un mapa de la personalidad de los aspirantes, de los individuos cuyos patrones o eneatipos son la llave para definir a estos personajes y su éxito. Además los califica numéricamente según las cualidades que destacan. Los expertos en la materia afirman que la personalidad de todos los seres humanos se resumen en nueve patrones, del perfeccionista al jefe, y en sus múltiples combinaciones aunque siempre predomina uno. Dicen que es un asunto de régimen interior y por eso el líder, en este caso Fernando Clavijo, necesita conocer la diversidad de su equipo para nombrarlos en el cargo correspondiente en función de su idoneidad y gestione a cada uno de ellos, tanto en CC como en el PSOE, de forma distinta y personal. Los nuevos cargos además de encajar en uno de los nueve patrones, han de quitarse la máscara para ser aceptados tal y como son, no sólo por el presidente del gobierno autónomo sino también por la sociedad canaria. De lo contrario habría que preguntarse, como hizo el consultor internacional de energía, Alberto Carbajo, para un caso estatal: ¿Hay alguien a los mandos?