A pesar de los buenos datos turísticos, que encadenan ya un lustro de subidas en el número de visitantes, los municipios sureños no han sido ajenos al embate de la crisis económica que ha golpeado con fuerza al resto de sectores. Así se desprende de los datos comparativos de la evolución del desempleo correspondientes al último decenio. En agosto de 2005, en plena bonanza económica, los 12 municipios sureños, desde Candelaria a Santiago del Teide contaban con 10.901 parados, según la información del Instituto Canario de Estadística (Istac). Esta cifra, diez años después (agosto 2015), se ha multiplicado por 2´40, al contabilizarse un total de 26.162 desempleados. No obstante, hay una lectura positiva, y es que el paro, después de alcanzar sus peores cifras en 2012, año que marcó el punto álgido de la gran recesión, con casi 38.000 inscritos en la búsqueda de trabajo, acumula tres años con descensos. Esta tendencia se extiende por todos los municipios, turísticos y no turísticos.

Los registros más altos corresponden a Arona, con 7.606 desempleados, seguido por Granadilla de Abona (4.654), y Adeje (3.092). A continuación le siguen Candelaria (2.635) y Gúímar (2.514). Porcentualmente, el mayor incremento en este último decenio se produjo en Arona, localidad de mayor población, que multiplicó por 2´6 la cifra de desempleados, por delante de San Miguel ( 2´5).

La estadística del Gobierno de Canarias también refleja comportamientos parecidos en el resto de la Isla.
Así, en el Norte, el número de parados se duplicó en los últimos 10 años, al pasar de 14.984 personas a 29.372; mientras que en el área metropolitana se incrementó de 24.932 en 2005 a los 45.673 del mes pasado.