Después de los problemas que generó en 2012 la vacuna contra la denominada gripe A, los ciudadanos se volvieron mucho más escépticos si cabe respecto a los beneficios de inocularse la profilaxis cada temporada invernal. Especialmente significativa es la situación de los adultos mayores de 65 años, uno de los principales grupos de riesgo a los que se recomienda la vacunación. Para dicho grupo, según confirmaron fuentes de la propia Consejería de Sanidad del Gobierno regional, la cobertura apenas superó el año pasado el 58%, una cifra muy inferior a la que sugiere la Organización Mundial de la Salud (OMS), que está en el 75%.
Por este motivo, la campaña de vacunación 2015-2016, que se inició ayer en el Archipiélago, parte con el objetivo de ampliar el número de personas vacunadas, fundamentalmente entre los colectivos de riesgo, como ancianos, embarazadas y pacientes con patologías crónicas. Para lograrlo, la Consejería ha invertido más de un millón de euros en 240.000 dosis de vacuna antigripal, de vacuna con adyuvante (utilizada para personas mayores institucionalizadas) y de vacuna antineumocócica. Según explicaron en una nota desde el departamento sanitario regional, los estudios demuestran que la vacuna reduce las hospitalizaciones alrededor del 70% y la muerte el 85% entre pacientes que no están internos en hogares de mayores. A su vez, entre los internos en residencias la vacuna reduce el riesgo de hospitalización en el 50%, el riesgo de neumonía el 60% y el riesgo de morir entre el 75 y el 80%.
El año pasado, la Red Centinela Canaria registró una tasa máxima de 281 casos por 100.000 habitantes en la semana 5 de 2015 (26 de enero al 1 de febrero). Los hospitales isleños registraron un total de 53 casos graves confirmados de gripe. De ellos, 33 hombres (62%) y 20 mujeres (38%). Las edades fueron desde 16 hasta 91 años, con cinco casos de menos de 40 años, 33 casos (62%) de entre 40 y 64 años, y 15 casos de 65 años o más. Del total de afectados, 26 (49%) necesitaron ingreso en la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI). Finalmente, fallecieron cinco personas, ninguna de las cuales se había vacunado, recalcaron las mismas fuentes.
Junto a los ya habituales colectivos de riesgo, la Consejería también recomienda la vacunación de profesionales y personal sanitario, tanto de centros de hospitalización como de centros de Atención Primaria y de centros sociosanitarios, así como de empleados de guarderías y centros de Educación Infantil, policías, bomberos, y en general, aquellos trabajadores que desarrollen profesiones esenciales para la comunidad.