Los avances para luchar contra el cáncer son cada vez mayores, y a los tratamientos farmacológicos, la quimioterapia y la radioterapia se está sumando el de la fisioterapia oncológica, con el que se persigue impulsar y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Los profesionales que desarrollan este tipo de técnica no solo tratan las secuelas que aparecen después de la cirugía, sino también llevan a cabo tratamientos preventivos, es decir, que comienzan nada más diagnosticarse el tumor.

“La fisioterapia oncológica es aplicable a muchos tipos de cáncer, como los de garganta y respiratorios; linfomas; sarcomas; de útero, vejiga, recto, próstata y de mama, entre otros”, manifiesta la fisioterapeuta oncológica arafera Raquel Pérez García, graduada por la Universidad de La Laguna, colegiada en la División de Oncología de Canadá y Máster por la Universidad Europea de Madrid. De este modo, resalta la importancia de que se creen y se fomenten equipos multidisciplinares de profesionales para que el enfermo disponga de todos los tratamientos posibles en la lucha contra el tumor que padece.

“El paciente oncológico es consciente de lo que supone tener un cáncer porque su médico le informa de las consecuencias, tanto físicas como psicológicas, pero en la mayoría de las ocasiones el afectado desconoce que existen profesionales que podemos ayudar para que supere las secuelas derivadas de la enfermedad”, destaca Pérez García.

Enfermedad crónica
“Las investigaciones y resultados obtenidos muestran que la supervivencia asociada a esta patología es cada vez mayor, por lo que empieza a considerarse una enfermedad crónica. Los tratamientos fisioterapéuticos permiten tratar las secuelas y mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen”, afirma la experta, quien trabaja para la Asociación de Mujeres contra el Cáncer de Mama (Amate) y colabora, entre otros, con la Asociación Española Contra el Cáncer.

La fisioterapia oncológica puede ofrecer resultados en semanas para tratar, por ejemplo, problemas de incontinencia urinaria asociados a cáncer de útero y próstata, inflamación de un miembro (linfedema) tras la extirpación de ganglios, problemas funcionales tras los sarcomas, dificultades en la deglución tras el cáncer de garganta, secuelas neurológicas sobre todo en cáncer de cabeza y cuello; y estreñimiento en cáncer de recto, entre otros. Raquel Pérez, que anima a los pacientes con cáncer a solicitar a sus médicos este tipo de servicio, indica que “en Brasil la figura del fisioterapeuta oncológico está en muchos hospitales, al igual que en Canadá”, por lo que considera que en España se debería reforzar la presencia de este profesional en los centros hospitalarios y propone para ello la celebración de congresos específicos.

La investigación es otra de las facetas de Raquel Pérez y desde hace nueve meses está desarrollando estudios con los que persigue relacionar el sistema inmune y el drenaje linfático manual. “Lo que pretendo demostrar es que las células del sistema inmune se pueden estimular y el primer ensayo, que no es definitivo, ha sido positivo”, explica esta joven arafera, quien añade que “el próximo año, si todo va bien, comenzaré a desarrollar la tesis y la investigación en pacientes oncológicos”. Pérez García tampoco descarta, en un futuro próximo, la apertura de una consulta de fisioterapia vinculada al tratamiento del cáncer.

Apoyo municipal
El trabajo que realiza Raquel Pérez contará con el apoyo del Ayuntamiento de Arafo para que pueda seguir llevando a cabo su labor investigadora y “en el presupuesto del próximo año vamos a incluir una partida económica para que esta joven del municipio continúe con el importantísimo trabajo que viene desarrollando”, manifiesta el alcalde, José Juan Lemes. “De hecho, Raquel Pérez hace en el geriátrico María Auxiliadora una importante labor y cada viernes atiende a pacientes que requieren este tipo de asistencia, a los cuales ha ayudado para que mejoren en su calidad de vida”, indica el regidor municipal.