La Orotava es un municipio muy singular en la volcánica y oceánica isla canaria de Tenerife. Cuenta con una superficie de 210 km2 y 3.717 metros de altitud sobre el nivel del mar, en el Pico del Teide. Un 65% del territorio municipal, es decir 13.650 has., está ubicado en el recinto del Parque Nacional del Teide y por tanto incluido como Bien Natural del Patrimonio Mundial desde julio de 2007. Por sus restantes y excelentes valores naturales y culturales es un municipio U.I.A., es decir: único, irremplazable y auténtico. Basta con bojearlo y analizarlo pero quien mejor lo sabía era el profesor Telesforo Bravo. Consecuentemente entendemos que el resto de La Orotava, el 35% del territorio, 7.350 has., debe ser incluido en la Lista de Bienes Culturales del Patrimonio Mundial por parte de la UNESCO, una vez superados los trámites reglamentarios.

Desde el nivel municipal al supraestatal. En este sentido el CICOP y el Gobierno de España tienen mucho que decir en materia de conservación patrimonial, así que el Ayuntamiento de la Villa de La Orotava tiene que hacer las cosas bien. Por ello entendemos, y agradecemos, la actitud del alcalde de la Villa y de toda la Corporación municipal, al formalizar una comisión asesora para llevar a buen puerto esta operación de inteligencia cultural para completar el municipio de La Orotava como Patrimonio Mundial. Quizás en una faceta mixta donde el paisaje cultural complemente lo natural. Nos atrevemos a apostar por una categoría denominada Paisaje Orgánicamente Evolutivo, como resultado de un imperativo social, económico, administrativo, incluso religioso, que ha desarrollado su forma actual en asociación con su entorno natural en el valle de Taoro, desde el mar hasta la cumbre. Es decir, un paisaje vivo -marino, agrario, urbano y forestal-, que mantiene un papel social activo en la comunidad, asociado a un modo de vida relacionado con la agricultura, la etnografía, el comercio y el turismo, sin olvidar las actividades religiosas y populares (alfombras y romerías). La Orotava es única porque no existe otro municipio igual en el mundo, con unas características geográficas y de biodiversidad excepcionales derivadas de la altitud. Con una proyección internacional ligada al Teide y al agua, donde Alejandro de Humboldt figura como pionero de los pisos geobotánicos; Sabino Berthelot, Hans Meyer y Ernest Haeckel, de la historia natural; la escritora Dulce María Loynaz, Premio Cervantes 1992, como poetisa del agua, y Telesforo Bravo, como maestro de la hidrogeología del valle de Taoro. Por todo ello hay que darle, entre todos, credibilidad al expediente.