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Los padres de Asunta apuestan por un discurso lacrimógeno

La primera sesión en abierto del juicio por la muerte de Asunta Basterra estuvo protagonizada ayer por las intervenciones de los representantes de las partes, que expusieron ante el tribunal y los jurados versiones contrapuestas sobre los hechos que rodearon la muerte de la menor. En una jornada que se prolongó casi por seis horas -con dos recesos-, los abogados de las defensas recurrieron a un discurso “lacrimógeno” en sus intervenciones y apelaron al papel de “víctimas” de los acusados, los padres de Asunta, al tiempo que plantearon la existencia de otros culpables.

Por el contrario, la acusación popular y la ejercida por el Ministerio Fiscal se mantuvieron firmes en sus escritos de calificación, apuntando a los padres como coautores del asesinato de Asunta mediante “un plan” pactado para “deshacerse” de la niña, que “les estorbaba”.

Nuevas vías de investigación

Ante los miembros del jurado, las acusaciones analizaron los testimonios que les han permitido llegar a sus conclusiones de culpabilidad, mientras que las defensas aseguraron que no hay “ninguna prueba” de que hayan sido los autores y reclamaron que se abran nuevas vías de investigación. Durante su intervención, el fiscal del caso, Jorge Fernández de Aránguiz, reiteró que su tesis pasa porque la muerte de Asunta Basterra “fue cosa de dos” y fruto de “un plan” pactado por sus padres para “deshacerse” de ella. Aránguiz basó su argumentación en los repetidos casos de sedación acreditados por los análisis del cabello y las ocasiones a las que no pudo acudir a clase, así como en las diferentes versiones dadas por los padres del día de la desaparición.

Entre otros elementos, el fiscal advirtió al jurado popular del hecho de que pruebas como el portátil de Alfonso Basterra “costó encontrarlo”, por lo que sostuvo que la actitud de los acusados fue de “obstrucción”. Al mismo tiempo, aseguró que, de producirse hoy en día este caso, pediría la prisión permanente revisable.