La portuense Tamara Raya se embarca en un “ilusionante proyecto reformista” que navega a velocidad de crucero en una loca regata de competición electoral.

-¿Con qué ánimos acude el PSOE a estas elecciones generales?

“Bueno, acudimos con el ánimo real de provocar un cambio en la sociedad española después de estos últimos años de desmantelamiento del Estado del bienestar, que a los españoles tanto nos costó conseguir tras de una dictadura y una transición democrática. Cambios en todos los ámbitos para un país que el Partido Popular ha dejado en una situación de quiebra social”.

-¿Es que no ha hecho nada bien el Gobierno del PP?

“A ver, el programa del Partido Socialista no pretende destruir todo lo que se ha hecho. Evidentemente que se habrán hecho algunas cosas bien o no del todo mal. Pero sí que pretende ser un programa reformista, porque, por ejemplo, tenemos una reforma laboral que ha supuesto un retroceso en los derechos de los trabajadores y que ha dejado fuera a una parte muy importante en cualquier negociación. Nosotros consideramos que debemos ir de la mano con todos, con el empresariado y con los sindicatos”.

-Si no se explica bien, lo de la subida de impuestos podría crear cierto alarmismo social…

“Claro, la sociedad ahora mismo está tan asfixiada económicamente que si hablamos de subidas de impuestos habría que explicarlo adecuadamente. Lo que plantea el Partido Socialista es una reforma fiscal, en la que exista una progresividad, de manera que los que más tienen sean los que más paguen y, por otro lado, una campaña en contra del fraude fiscal. Hay una bolsa preocupante de fraude fiscal. Son recursos que se pierden. Y, desde luego, no va a haber amnistías fiscales. Además, proponemos rebajas como en el IVA cultural. Es decir, no se trata de subir impuestos que repercutan directamente en el ciudadano medio, que al final es quien más soporta toda la carga”.

-¿La educación es una religión? Da la sensación de que cada partido quiere imponer la suya…

“Eso es porque se aprueban leyes desde una mayoría absoluta sin consenso, dejando fuera a todas las fuerzas políticas y a los agentes que intervienen, en este caso, en el área de educación. El Partido Socialista incluye en su programa la derogación de la Lomce, porque nos parece una ley injusta. Precisamente, lo que pretendemos es que no vuelva a suceder que cada vez que gobierna un partido haya un cambio. La manera de solventarlo es que participen todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria y que los colectivos de educación aporten sugerencias. Así perdurará en el tiempo”.

-El PSOE no plantea recuperar competencias transferidas a las comunidades autónomas, pero ¿no sería conveniente poner fin a la descoordinación en determinados ámbitos?

“Una de las grandes apuestas del Partido Socialista es el Estado federal, que implica dar mayores competencias a las comunidades autónomas y más participación en la identidad. Canarias ha sufrido un maltrato impresionante del Partido Popular, en cuanto que se ha dejado de enviar fondos tan importantes como los dedicados a las carreteras y las políticas activas de empleo. En los peores momentos de la crisis, el Gobierno de Zapatero destinaba seis millones de euros y el PP lo ha reducido a 3,3… Sí es verdad que en algunas áreas habrá que hacer políticas transversales y adaptarlas a la realidad de cada territorio”.

-¿Qué aporta Nueva Canarias al proyecto socialdemócrata?

“El pacto de Nueva Canarias con el Partido Socialista es una alianza por el progreso. Ha habido un encuentro en el que se han fijado una serie de aspectos, recogidos en la agenda canaria, que defendemos en común. Ambos coincidimos en las políticas activas de empleo, los planes de infraestructuras turísticas, en un plan contra la pobreza, en combatir la lacra de la violencia de género o en el reconocimiento por la Constitución del REF y de la región ultraperiférica”.

-Parece que el acuerdo no le ha hecho mucha gracia a los socios del PSOE en el Ejecutivo regional; cuando, hace cuatro años, CC fue con Nueva Canarias…

“En 2011 lograron poner en común unas determinadas reivindicaciones y NC se ha posicionado ahora como una organización progresista, sin que se difuminen las identidades. Comprendo que para Coalición Canaria no es bueno, porque pierde fuerza con esta alianza”.

-Mariano Rajoy ha declarado que renunciaría a gobernar si el PP no resulta ser la lista más votada. Pedro Sánchez es más ambiguo…

“El Partido Socialista tiene un proyecto para el cambio. Eso, de entrada. Luego, observamos que el Partido Popular cae en continuas contradicciones. Cuando las decisiones que se toman les favorecen se callan y, si no, montan un espectáculo. Yo soy concejal en el Puerto de la Cruz, donde fuimos la lista más votada y, en consecuencia, firmamos un pacto con Coalición Canaria que se incumplió. El Partido Popular se prestó a ello… Creemos que el futuro de España ha de ser liderado por el Partido Socialista, pero somos conscientes de que no se puede hacer en solitario”.

-¿La propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía que se ha remitido a las Cortes decae o no?

“Lo que pasa con el Estatuto es que se presentó una propuesta en las Cortes y la legislatura ha concluido. Normalmente, una iniciativa decae si no se tramita en el plazo reglamentado. Sin embargo, históricamente se guardan las que vienen de asambleas autonómicas y se retoman. Confío en que sea así”.

-Irene Lozano era un látigo contra “el bipartidismo, la corrupción y el inmovilismo del PSOE”. ¿Meterla en las candidaturas no es un acto de masoquismo político?

“Aparte de las discrepancias que existen en cualquier buena familia, Sánchez ha optado por la unificación del progreso”.