Después de tres meses detenidos, la familia de la tinerfeña Andrea González y su pareja, Danny Abreu, pudieron hacerles una vista el miércoles. Hasta el momento, no habían podido tener contacto directo con los jóvenes que fueron detenidos por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) a mediados del pasado mes de agosto, acusados de participar en una presunta trama para asesinar a la hija del presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, en un proceso plagado de irregularidades, tal y como han denunciado sus familiares.

La abuela de Andrea González y la madre de Danny Abreu consiguieron entrar en el Helicoide, sede del Sebin, donde se encuentran detenidos y reunirse los cuatro durante “un ratito”, según confirmaron familiares de la tinerfeña. “Se encuentran físicamente bien, pero están desesperados porque no entienden que se les tenga detenidos sin tener pruebas de nada”. Los familiares señalan que las acusaciones carecen de fundamento e, incluso, añaden que “ni siquiera habían visto en su vida a Pérez Venta”, el asesino confeso de Liana Hergueta, cuyo testimonio usó el Gobierno de Venezuela para detenerlo. “Ellos nos han dicho que no conocen a ese tipo de nada”, agregan.

Pese a que su estado de salud es bueno, las condiciones en las que se encuentran detenidos es lamentable. Andrea González está en un apartamento, con otras detenidas, y duerme en un colchón en el suelo que comparte con otra mujer. Mientras que Danny está en un pasillo con un colchón. “No pueden salir ni a un patio y Andrea solo tiene una ventana al exterior”, aseguran.

La familia sigue confiada en que en la vista previa, que se celebrará próximamente, salgan en libertad. Por otra parte, cabe destacar el respaldo que están teniendo por parte del eurodiputado canario Gabriel Mato, que visitó recientemente a esta familia en Venezuela.