Las nuevas tecnologías aplicadas al turismo, fuente de oportunidades para la economía social

Las nuevas tecnologías y, en particular, Internet han revolucionado el turismo en las dos últimas décadas y amenazan con seguir haciéndolo en el futuro próximo. Nuestro país y nuestra comunidad autónoma, como grandes potencias mundiales del sector, no han sido en absoluto ajenas a esta realidad. El estudio Impacto de la innovación y las nuevas tecnologías en los hábitos del nuevo turista en España, elaborado por la Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas (Segittur) en colaboración con el Instituto Tecnológico Hotelero, revela, por ejemplo, que más de un tercio de los turistas que visitan España utiliza internet para contratar el medio de transporte, y que el porcentaje supera el 50% en el caso del alojamiento. La tendencia, por supuesto, es ascendente, y no afecta únicamente a la contratación del desplazamiento y el alojamiento, sino también a la planificación previa y a prácticamente todas las actividades turísticas.

Uno de los ejemplos paradigmáticos es el de la plataforma TripAdvisor, que empezó a funcionar en el año 2000 con siete empleados y hoy cuenta ya con más de 2.700. Al principio ofrecía críticas propias de hoteles y restaurantes y los resultados eran discretos, pero, al cabo de unos pocos años, dieron con la tecla del éxito: compartir críticas de los propios usuarios, algo que conectó enseguida con un público que buscaba experiencias reales de personas corrientes. Este modelo se extendió rápidamente por la red y, aunque las grandes plataformas mundiales dominan hoy cómodamente el mercado, continúan apareciendo nuevas webs que aportan novedades o que se adaptan a la realidad local. Un caso cercano es el de holalanzarote.com, surgida de una pyme alojada en el vivero de empresas de la isla conejera, y definida por sus impulsores como una especie de TripAdvisor local dedicado a descubrir lo mejor de Lanzarote: restaurantes, lugares, actividades, etc. La web está dirigida a turistas de todo el mundo que se planteen viajar a la isla y estén interesados en buscar información antes de visitarla.

Turismo colaborativo

El mundo de la economía social y de la economía colaborativa hace tiempo que presta una especial atención a la innovación y a las posibilidades crecientes de las tecnologías en la búsqueda de nuevas oportunidades de emprendimiento en el sector turístico. De hecho, es protagonista de una nueva forma de hacer turismo que amenaza con poner patas arriba la industria: el llamado turismo colaborativo o P2P (siglas de peer to peer, expresión anglosajona que se puede traducir como entre iguales). El sistema es simple: un particular ofrece un servicio en una plataforma de internet que ejerce de intermediaria y otro particular lo contrata (aunque no en todos los casos hay remuneración económica).

Hasta ahora, las experiencias más exitosas se han centrado en el alojamiento (Airbnb, Couchsurfing) y en el transporte (Uber, Blablacar). Su rápida expansión ha generado polémica, pero la generalización de las nuevas tecnologías y la creciente demanda de un tipo diferente de turismo hacen difícil que se le vaya a poner freno, más allá de la necesaria regulación que precisa toda actividad económica.

Plataforma Tivity

Con un espíritu colaborativo similar, pero centrándose en la isla de Tenerife, la Asociación Desaplatánate por un Turismo Social y Sostenible ha puesto en marcha la web www.tivity.es, una plataforma digital que pone en contacto a empresas y colectivos que organizan actividades (pateos, charlas, rutas de tapeo, cursos acciones en favor del medio ambiente, etc), ya sean gratuitas o de pago, con personas interesadas en participar en ellas. El único requisito es que las actividades se adapten a los fines sociales y medioambientales de la asociación: fomentar el desarrollo de un modelo de turismo y ocio alternativo, social y sostenible, mejorar las opciones de la población local y repartir más eficientemente los beneficios del turismo.

La apuesta por la calidad técnica y el cuidado puesto en el desarrollo de la plataforma salta a la vista; no en vano, en el equipo de Desaplatánate hay un ingeniero técnico informático y un técnico especialista en aplicaciones informáticas, además de un community manager.

Blogs de viajes

Otro de los fenómenos turísticos más destacados de la era de internet es el de los blogs de viajes. Supone una interesante fuente de oportunidades para la economía social, debido tanto a su habitual preferencia por un turismo más social y alternativo al de los circuitos establecidos como a su potencial económico. En esencia, se trata de webs que funcionan como diario de viajes de sus autores y en las que se incluyen contenidos e información de interés para otros viajeros: alojamientos, rutas, precios, recomendaciones… Generalmente se complementan con el uso de redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram. Cada vez tienen más peso en los encuentros del sector y han despertado el interés de las oficinas de turismo, ya que suponen una nueva vía de promoción de los destinos.
En España hay numerosos ejemplos de blogueros de viajes reconocidos, como Paco Nadal o Miguel Nonay, que fueron protagonistas de la última edición de Periplo, festival internacional de literatura de viajes y aventuras que se celebra anualmente en el Puerto de la Cruz. Como muestra de que es un fenómeno en auge, Periplo contó también con los autores de La Gaveta Voladora, blog de viajes tinerfeño que, pese a llevar pocos años en marcha, ya se ha hecho un hueco importante en el mundillo.

Aplicaciones para smartphones

Si la llegada de internet a los ordenadores personales supuso una revolución para el mundo del turismo, su generalización en los dispositivos móviles ha producido un impacto similar. Todas las plataformas que ya existían han tenido que adaptarse al formato de smartphones y tablets, a lo que hay que añadir el sinfín de aplicaciones exclusivas para móvil que surgen constantemente, aprovechando en ocasiones tecnologías novedosas como la geolocalización (basada en la detección automática de la ubicación geográfica) o la realidad aumentada (que permite combinar la visión de un entorno físico real con elementos virtuales).

Dentro de la economía social se han puesto en marcha iniciativas interesantes que pueden marcar el camino. En Andalucía, la Fundación Innoves ha puesto en marcha un programa destinado a crear 50 aplicaciones móviles para empresas de economía social, con el fin de hacerlas más competitivas. En Tenerife, el ITER podría desempeñar, en colaboración con la Universidad de La Laguna, un papel similar, pues cuenta con experiencia en el desarrollo de apps móviles y en el diseño de planes de formación para crear empleo en el sector tecnológico, particularmente en el campo de las aplicaciones informáticas. Para todo el Archipiélago, el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) también ha promovido iniciativas en esa línea. También sería interesante la implicación de entidades como el Parque Científico y Tecnológico de Tenerife para impulsar proyectos de economía social de base tecnológica, intensivos en conocimiento, en el sector turístico. La formación y los recursos los tenemos, ahora solo falta un empujón conjunto del sector público y del tercer sector para ponerlos en práctica.