Las pérdidas millonarias que registró la Mutua de Accidentes de Canarias (MAC) el año pasado forzaron el pasado mes de septiembre que se procediera a relevar al anterior director gerente, Manuel Rodríguez, por Javier González Ortiz, exconsejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Canarias durante la etapa de Paulino Rivero. Dichas pérdidas se cifraron en 3.483.611 euros al cierre del ejercicio correspondiente a 2014, pero las estimaciones internas para 2015 no son mejores.

Ante semejante panorama, González Ortiz (cuyo desempeño en el Ejecutivo regional le avala como gestor económico) ha iniciado desde su toma de posesión un plan de choque para mejorar dichas finanzas, ya que las medidas iniciadas por su antecesor (incluidos algunos despidos) son consideradas como insuficientes.

El propio presidente de la entidad, y expresidente de la CEOE provincial, José Fernando Rodríguez de Azero, reconoce los problemas de la entidad cuando habla de “horas difíciles para la Mutua” en la nota interna que comunica al personal el relevo en la gerencia.

El origen de estas pérdidas millonarias en la MAC, que como el resto de mutuas de accidentes es una empresa de naturaleza mixta en la que una asociación de empresarios gestiona sin ánimo de lucro fondos de la Seguridad Social bajo el férreo control auditor de la misma, pasa fundamentalmente porque las duraciones medias de las contingencias que atiende son mayores que la media del sector, más allá de que en el mismo año se acumulen o no los casos más onerosos, como son los que tienen como resultado el fallecimiento o invalidez total del trabajo.

En ese sentido, la tarea que espera a González Ortiz no es nada sencilla, aunque fuentes de la propia mutua apuntan a la necesidad de implantar una nueva cultura profesional en una plantilla de 192 personas entre sanitarios y administración.

Repunte de bajas
Además, no solo la MAC sino todo el sector se enfrentará en los años venideros a un enemigo formidable. Se da por descontado que el publicitado final de la crisis hará crecer exponencialmente el apartado de contingencias comunes, aquel que permite a los trabajadores seguir cobrando su salario mientras están de baja laboral por un accidente de trabajo o, por ejemplo, una gripe.

Así lo entienden todos los especialistas consultados, quienes citan como ejemplo una cifra incontestable: desde el inicio de la crisis hasta el año pasado el gasto en bajas laborales cayó en el 35%, fenómeno que encuentra su explicación en el pavor de los trabajadores a visitar las concurridas oficinas de empleo en unos años caracterizados por la abaratación del despido regulada en una reforma laboral.

Salarios y aparcamientos
Aunque los llamados gastos internos no suponen la parte más importante del gasto en una mutua de accidentes, el hecho de que la Seguridad Social solo sufrague la parte estrictamente existencial da margen para aplicar las tijeras presupuestarias.

Y en este apartado es donde se encuentran los gastos más polémicos, entre los que sin duda destacan los 149.900 euros de salario que percibía el anterior director gerente, Manuel Rodríguez, que continúa en la MAC con atribuciones de subdirector. Aunque la comparación no es del todo justa, basta con apuntar que dicha cantidad supone el doble de lo que perciben tanto el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, como el del Ejecutivo autonómico canario, Fernando Clavijo. Este exceso (tan extendido por toda España) ya ha sido corregido por la Administración General del Estado, que en 2012 aprobó una normativa que limita este tipo de salarios y que se aplica de forma gradual desde 2013.

Otro apunte llamativo que figura en las cuentas de la MAC es que, con las pérdidas millonarias actuales, se recurriese antes a los despidos que al ahorro de los 81.165 euros abonados anualmente por las 22 plazas de aparcamientos contratadas en el parking de la plaza de Weyler, cercana a la sede principal de la entidad, la Casa Elder.

Este tipo de situaciones no debe resultar ajena para González Ortiz, que ya tuvo que terminar con las alegrías en el gasto cuando se hizo cargo de la Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno de Canarias en pleno inicio de la crisis.

Ya se ahorra
La nueva gerencia está actuando con mano decidida en los gastos internos aunque será de forma gradual. Las estimaciones para este año apuntan a un estimable ahorro de unos 750.000 euros en este apartado. Como ya se detalló, los problemas de la MAC vienen de antiguo, al punto que sufrió una intervención por parte de la Seguridad Social que es muy recordada dado que, en un evidente exceso formal por parte de las autoridades, efectivos del Cuerpo Nacional de Policía asaltaron la Casa Elder para asombro de la ciudadanía canaria en general y de los santacruceros en particular.

Aquel registro del emblemático inmueble tuvo lugar un 16 de septiembre y provocó la caída del entonces director gerente, Manuel Cejas, en un caso aún por dilucidar en los tribunales. Un informe especial, elaborado por la Intervención General de la Seguridad Social, cifró el presunto fraude en aproximadamente siete millones de euros, tal y como adelantó en su día el ya exsecretario de Estado de la Seguridad Social Octavio Granado.

Pero no es el único caso pasado que lastra el presente de la Mutua de Accidentes de Canarias. El hecho de que la Seguridad Social rechazara hacerse cargo de los 4.074.398 euros que costó la magnífica rehabilitación de la Casa Elder, finalizada en 2005, forzó la pérdida del control de la misma por parte de la MAC en beneficio de Caixabank.