Un vertido de hipoclorito sódico (disuelto en agua es lejía) obligó ayer a sellar la bodega del buque Evidence en el muelle del Bufadero, dentro del término municipal de Santa Cruz de Tenerife, en información captada extraoficialmente.

El suceso tuvo lugar minutos después del mediodía de ayer y se estima que la fuga originó el escape de aproximadamente un cuarto de tanque, aunque felizmente las medidas de seguridad adoptadas evitaron que entrara en contacto con el agua, lo que habría provocado una nube tóxica en la zona. La fuga en cuestión se produjo por causas desconocidas, pero el agujero en el tanque no tuvo remedio alguno, por lo que hubo que esperar a que bajara el nivel por debajo del mismo.

En cuanto al sellado de la bodega, fue una exigencia de los trabajadores de la Sociedad de estibadores de Tenerife (Sestife), que se negaron a trabajar en la misma hasta que no se procediera a la eliminación absoluta del vertido y a su aireamiento. Cabe recordar que, al tratarse de un sitio cerrado, el peligro por inhalación de gases se multiplica apreciablemente.

Efectivos de la Compañía Auxiliar del Puerto (Capsa) y de la Policía Portuaria intervinieron para hacer frente a la emergencia en cuestión.