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Dani salva el ‘efecto Martí’

En la imagen, Vitolo y Caro durante el encuentro de ayer. / MANUEL LORENZO Second Division match between Elche and Tenerife. In this picture, Vitolo and Caro.
En la imagen, Vitolo y Caro durante el encuentro de ayer. / MANUEL LORENZO
Second Division match between Elche and Tenerife. In this picture, Vitolo and Caro.

El Tenerife arrancó ayer un empate en Elche y sigue sin perder con Martí en el banquillo. Hasta ahí llegan las buenas noticias que ofreció el partido del Martínez Valero a los blanquiazules. Porque más allá del resultado, el encuentro de los visitantes sólo dejó sacrificio defensivo, algo de suerte y una magnífica actuación de Dani Hernández.

En realidad, el Tenerife obtuvo el premio máximo a su fútbol. No quiso ganar y es obligado dar el empate por bueno. Sólo por el punto que supone, pues el fútbol exhibido alimenta dudas. Durante más de una hora, el grupo de Martí se refugió en su área y ni siquiera en los minutos finales, cuando el Elche se desordenó, tuvo ambición para buscar algo más.

Ante la imposibilidad de encontrar consuelo en el fútbol, es preciso señalar que el punto logrado permite al Tenerife seguir fuera de la zona de descenso y a Martí lograr su primer récord al permanecer cinco jornadas invicto tras llegar al banquillo blanquiazul como revulsivo. El único precedente similar lo protagonizó Pepe Alzate hace casi treinta años.

La primera parte ya fue un monólogo del Elche. Tuvo el balón, el criterio para moverlo y una catarata de ocasiones de gol. Si no se marchó al descanso con ventaja –o con una goleada a favor– fue por culpa de Dani Hernández, que tuvo una actuación imponente, culminada con el penalti que le detuvo a Sergio León (minuto 26).
El Tenerife ofrecía buena pinta sobre la pizarra: el habitual 4-1-4-1 con Ricardo como ancla y Lozano en punta, lo que en la teoría garantizaba una salida de balón aseada y una presión intensa desde la primera línea. En la práctica, el Tenerife se refugió en el área de Dani y rara vez tuvo el balón para jugarlo con intención.
O lo que es lo mismo: Ricardo se dedicó más a achicar el peligro local que a crear juego y Lozano se vio obligado a pelear en desventaja contra los cuatro zagueros locales en las escasísimas ocasiones en las que vio el balón de cerca. Además, las tempranas amonestaciones a Vitolo y Aitor Sanz minimizaron su capacidad de presión.
En circunstancias adversas, el Tenerife se limitó a sobrevivir ante un Elche eficaz en la presión, ordenado con el balón y con un Espinosa desequilibrante. Y así creó una catarata de ocasiones de gol. La primera, a los seis minutos, tras una llegada de Isidoro por la derecha y un cabezazo de Pelayo a bocajarro, la solventó Dani con un paradón.

No fue la última intervención de mérito del portero visitante, que en el ecuador de la primera mitad brilló tras un cabezazo de Pelayo y un remate posterior de Moreno. Y dos minutos después detuvo el penalti lanzado por Sergio León después de que Aitor Sanz no viera a Álvaro y le diera una alevosa patada en una acción sin peligro.
Con Vitolo y Aitor Sanz amonestados, el Tenerife perdió capacidad de presión, aunque el canterano no rehuyó la brega y estuvo todo el partido al borde de la expulsión. Piñeiro Crespo, que le enseñó la primera tarjeta amarilla en una acción en la que ni cometió falta, le perdonó la expulsión varias veces hasta que Martí lo sustituyó.
Cuando no exigió a Dani, el Elche se encargó de fallar ocasiones propicias con remates desviados de Álvaro (minuto 21) o Espinosa (minuto 35), que al filo del descanso también disparó fuera con Dani batido tras una acción muy brillante. Y ya en la prolongación, cuando Álex Martínez encontró portería tras el saque de una falta… también encontró a Dani.

Poco cambió el partido tras el descanso, aunque al menos los espectadores descubrieron que Javi Jiménez, portero del Elche, vestía de azul, pues Ricardo (minuto 49) le obligó a intervenir tras el saque de una falta. Mientras, cuando le llegaba algún balón suelto, Lozano se enfrentaba a un uno contra cinco. O sea, a un imposible.
En el otro área, el Elche seguía a lo suyo. Y Dani, también. O lo que es lo mismo, cuando el portero no detenía un disparo de Pelayo (minuto 52), era Sergio León (minuto 54) el que remataba fuera, Eso sí, tras una hora de acoso, los locales se tomaron un respiro. Aunque el partido siempre se movió en una dirección y el gol no dejó de rondar el área blanquiazul.
En el Tenerife nada cambió. Como Abel fue amonestado al poco de salir, los blanquiazules tampoco pudieron incrementar la intensidad de su presión y se limitaron a sobrevivir en un choque cuyo final era fácil de prever: los visitantes no acabarían con once sobre el campo ni con la portería a cero. Los que apostaron por lo lógico se equivocaron.

El Tenerife resistió hasta el final porque, con el cansancio, al Elche llegó la precipitación. Y acabó por perder el orden. Al atacar y al defender. Cristo (minuto 79) casi lo aprovecha tras una genialidad, pero su remate se marchó alto. Hubiera sido como ganar la lotería sin comprar un décimo. Porque la realidad es que el Tenerife nunca intentó ganar.

Pese al desorden y la precipitación, el Elche aún generó un par de opciones de gol en los minutos finales. La más clara la tuvo Sergio León, pero Carlos Ruiz (minuto 84) tapó su disparo en el corazón del área. Y ya en la prolongación, Dani Hernández se lució tras un remate lejano pero muy colocado de Samu. Fue el colofón a la exhibición del portero blanquiazul.

En el arreón final de los locales, con un latifundio a las espaldas de la zaga del Elche, el Tenerife no supo tener la precisión ni la ambición necesarias para matar el partido en una contra. Y acabó por dar por bueno un punto que mantiene vivo el efecto Martí, aunque genera dudas por el juego y no aleja a los blanquiazules de la zona de descenso.