en la carrera

Don Damián, 100 años

La revista Iglesia Nivariense homenajea a don Damián Iguacen, obispo emérito de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, con un número especial en febrero. Don Damián nos ha marcado y nos marca. Homenajean los 100 años que va a cumplir. Me he querido sumar a ese homenaje, desde que el vicario general, Antonio Morales, hombre de la comunicación y buen amigo, me comentara esta buena nueva, por ello esta columna. He vuelto a releer esta semana aquella exquisita idea de Olga María Alegre, quien brindó en un libro la profundidad del hombre, de don Damián, en aquel gran texto El último de todos. Perfil de un hombre de Iglesia.

A muchos sonará extraño, pero a no tantos, cuando nos dicen que don Damián reza todos los días por nosotros. Otros se preguntarán para qué sirve esto, o qué sentido tiene. Muy sencillo, para iluminarnos, para con ese recuerdo hacia nuestro interior, y nuestras necesidades aportarnos algo más, donde a veces parece que no hay nada, y que lo que nos queda no nos llena, y para enseñarnos que siempre hay alguien detrás de ti, que a través de Él, de Jesús, te lleva en su oración. Una oración que nos pone mucho delante, y que nos da fuerzas necesarias para seguir. La oración que acoge a la persona y que la lleva hacia esa salida que queremos iniciar todos. No quiero teologizar, no me encuentro con conocimientos para ello, pero permítanme los teólogos decir que don Damián es un ejemplo de luz.

Cuando se le dedica a alguien una publicación, cuando va a cumplir 100 años el próximo 12 de febrero, y cuando todo el que ha conocido a don Damián tiene en su recuerdo a ese hombre bueno que nos quiere y sonríe, cuando esto ocurre, está claro que estamos hablando de un hombre que recorrió todos los rincones de esta Diócesis, sus cuatro Islas, queriendo estar y sentir a los demás, ofreciendo su mano.
Mi compañero y amigo Víctor, del colegio Virgen del Mar, se asombraba esta semana con los 100 años de don Damián. Yo, que he tenido la suerte de conocerlo, le dije que en esta Diócesis fue, y es, un “obispo bueno”, que seguro ha estado cien años haciendo el bien. Me sumo a esta preciosa idea de Iglesia Nivariense.