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Los patrimonios natural y cultural, heridos por el incendio

La llamada casa del Alma quedó devastada por el incendio. | DA

DAVID SANZ | El Paso

Las vidas humanas y los bienes materiales, por este orden, son las preferencias en los incendios que, cada vez son menos forestales para tener su origen en núcleos rurales donde los cultivos están abandonados, como pone de manifiesto la secuencia de estos hechos en los últimos años. Este último gran incendio de La Palma dañó propiedades privadas, pero también ha afectado al patrimonio natural y la cultura insular, que el paso desolador de las llamas no respeta.

Lo cierto es que el incendio de El Paso, sobre el que los operarios todavía siguen trabajando en labores de extinción, afectó al Parque Natural Protegido de Cumbre Vieja. Uno de los parajes naturales más significativos de La Palma, que abarca diversos municipios y que incluye toda una dorsal volcánica de gran interés geológico.

De hecho, Montaña Enrique, donde se inició el fuego, está dentro de Cumbre Vieja y, según las fuentes técnicas consultadas, alrededor de la mitad del incendio se desarrolló dentro de este espacio protegido. Es decir, unas 450 hectáreas, si se tiene en cuenta que el espacio afectado fueron unas 900.

Sobre el impacto en en el medio, expertos en la materia señalaron que la afección fue sobre pinares y monte bajo. Los pinos canarios tienen una gran capacidad de recuperación y dado que el incendio en esta zona fue de copa, podrían tardar en recuperar su aspecto natural alrededor de diez años.

En materia cultural, el fuego ha rematado la desidia de décadas que ha padecido la casa del Alma de Tacande, un pequeño inmueble rural donde habita una de las más conocidas y misteriosas leyendas de La Palma.

Imagen del incendio que afectó a La Palma. | DA

[apunte]Más sustos

Igual que sucediera el pasado miércoles, ayer, jueves, alrededor de las diez de la mañana, un nuevo conato despertó todas las alarmas en El Paso. Esta vez era en el lugar donde se originó el incendio, en la Montaña de Enrique. Una imponente columna de humo hacía recordar el fatídico lunes pasado, donde el fuego comenzó a arder sin pausa. Afortunadamente, la presencia en el entorno de los efectivos contra incendios, que se encontraban realizando labores de extinción en la zona, abortaron en cuestión de unas dos horas el fuego, que no pasó de ser un nuevo susto para los pasenses.[/apunte]