EL HIERRO > secuelas de la crisis sísmico-volcánica

Francisco Armas: “Sin buceo, La Restinga está desolada”

Francisco Armas, del Meridiano Cero, cree imprescindible quitar el semáforo rojo y que lleguen ayudas económicas. | DA

NORBERTO CHIJEB | Santa Cruz de Tenerife

Si hay un sector que ha sufrido como nadie la crisis sísmico-volcánica en El Hierro, ése ha sido el buceo, un deporte que desde hace poco más de tres lustros, casi los que coinciden con las ediciones del Open Fotosub, se ha convertido en uno de los motoros económicos “no solo de La Restinga, sino de toda la Isla”, señala Francisco Armas Montero, presidente de uno de los clubes decanos en la zona, el Meridiano Cero, y delegado en El Hierro de la Federación Canaria de Actividades Subacuáticas (Fedecas).

Una actividad que desde octubre -el volcán submarino comenzó su erupción el día 10- ha decrecido tanto en La Restinga que “de los once clubes que había, ahora solo quedan unos cinco realizando alguna actividad, en un lugar que está situado en el primer destino de Europa en flora y fauna marinas”.

Tanto es así que el pequeño pueblo de pescadores, al sur de El Pinar, ha sido durante estos últimos quince años un hervidero de submarinistas de todo el mundo, dando trabajo no solo a los once clubes con sede en La Restinga sino incluso a otros que trasladaban hasta allí a cinco o seis buceadores en furgonetas, “una actividad a la que tuvimos que poner coto para no masificar las zonas de buceo”.

Hoy, tras la erupción submarina que mantiene el semáforo rojo a dos millas de la costa, Francisco Armas recuerda que “los clubes que nos quedamos no tenemos ninguna actividad periódica, excepto cuando viene alguna pareja y poco más”.

El Open Fotosub, el gran invento. Esta competición, que iba a cumplir quince ediciones en octubre cuando se produjo la erupción, ha sido el gran motor no solo de La Restinga sino de todo El Hierro, que ha puesto en valor el turismo de submarinismo. | DA

Geología como alternativa

Ante la falta de clientes, Francisco Armas ha entendido la necesidad de “reinventarse” y así nos relata que “he acabado un curso de Geología y espero que pronto soliciten guías turísticos para enseñar cómo se desarrollaron las primeras erupciones volcánicas en El Hierro, un camino que ahora puede dejar más dinero que el buceo”, sin olvidar que esos estudios se pueden trasladar en su día al fondo del mar “ya que hay mucho material para enseñar”, indica el experto submarinista, que todavía no se ha recuperado del golpe que supuso suspender la XV edición del Open Fotosub, justo en la semana en que el volcán dio sus primeros avisos.

Fotosub

“Lo del Open -afirma Armas Montero- ha sido lo peor que nos podía ocurrir, ya que ese acontecimiento es la gran cita anual para la economía del pueblo. Las pérdidas fueron muy cuantiosas: coches de alquiler,a partamentos, restaurantes y muchas cosas más”, afirma quien además de un club de buceo regenta, junto a su mujer, la tasca Las Lajas, en donde también “ las pérdidas son cuantiosas y no se ve que se levante ni para pagar gastos”.

Para Francisco Armas, la única alternativa para que La Restinga no siga siendo un pueblo desolado es que el Gobierno “extienda la mano y nos ayude a levantarnos poco a poco, para reactivar el buceo y los otros negocios del pueblo”, algo que manifiesta con la boca pequeña porque “de momento no se ha pronunciado sobre este aspecto y solo sabemos que el pleno del Ayuntamiento propuso unas ayudas económicas pero aún no hemos recibido un solo euro”. Ni siquiera la apertura de dos corredores para que los barcos puedan trasladarse hacia el norte o hacia el sur, satisface al presidente del Meridiano Cero, porque “nos pueden aliviar algo, pero solo si lo reducen a dos millas y no a cuatro, ya que las mejores zonas de buceo la tenemos cerca de La Restinga por ser una plataforma”. Aunque en realidad para él la solución estaría en quitar el semáforo rojo, porque “mientras no lo quiten iremos a peor”.

Un pesimismo que se extiende cuando le preguntamos por una posible recuperación. “La Restinga tardará mucho tiempo en recuperarse, entre otros motivos por la mala gestión de los medios de comunicación, pero yo animo a los buceadores a que vengan, que todavía hay vida aquí”.