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“Los empresarios han hecho un mal tremendo al no saber apreciar la cultura”

Pepe Dámaso, en el Centro de Creación Joven de Playa San Juan, con una cometa que forma parte de la obra Dámaso en el Viento. / DA

NICOLÁS DORTA | Guía de Isora

A sus casi ochenta años, Pepe Dámaso (Agaete, 1933) rebosa una energía que alimenta con la capacidad de asombrarse por lo que le rodea. Entraba ayer al Centro de Creación Joven de Playa de San Juan acompañado de la galerista Magda Lázaro, para inaugurar la exposición Dámaso en el Viento, que incluye cometas, cuadros y retratos de animales, entre ellos el que fue su gato. En el Centro Cultural del casco tiene expuesta el resto de la obra: Abanicos. El artista grancanario ha sido invitado por el Ayuntamiento de Guía de Isora para la Pascua Florida y está encantado de participar en esta cuarta edición. Aunque se queja de afonía, no para de hablar. Efectivamente es un hombre de conocimiento, amante de Pessoa, de la filosofía y la literatura, de las islas en su conjunto. “Mi futuro museo es uno en cada isla”, dice. Su imaginación es parte de la conversación: “Anoche fui nadando a La Gomera y estuve por la Torre del Conde y saludé a mi amigo García Cabrera”, dice.

-¿Por qué abanicos y cometas?

“La cultura me ha llevado por estos caminos y yo creo que es el concepto objetual, el abanico y la cometa. El hombre no se abanica, es capaz de coger un periódico o un cartón, pero nunca coge un abanico. El elemento femenino de ese objeto lo ha rechazado. Siempre. Mi pintura nunca es gratuita, como hago con las calaveras. Parte del concepto de la exposición del abanico, como cuadro, estaba dedicado a la burbuja inmobiliaria, porque yo hace muchos años que hago unas esculturas de ladrillos y es a través de aquí, con elementos de la construcción, donde pinto, compongo y hago esculturas. Y los abanicos estaban metidos en el propio ladrillo. Canarias se desbordó con el ladrillo y no escarmentamos. He estado estos días en el Puerto de la Cruz, donde también fui de joven con César Manrique, y él lo dijo: se van a arrepentir, y lo están haciendo. Qué pasa ahora con el mal que se hizo. Por otra parte veo que en Guía de Isora hay pueblos bastantes cuidados, que si el turismo ha llegado, no lo ha hecho, como diría un canario, de sopetón. El turismo ligado a la cultura es muy interesante, y los majaderos políticos tendrían que darse cuenta. Estos días en la Revista de Occidente, que parió Ortega y Gasset, viene un número dedicado a este asunto. Los empresarios aparentemente se reían de la cultura de masas y está implícita en el fracaso de ahora. Los empresarios que no se asesoraban y muchos siguen sin hacerlo, han tenido un mal tremendo en no saber apreciar la cultura. Sólo piensan en ganar dinero, esgrimiendo con los puestos de trabajo. En el fondo creo que todo es un problema de estética”.

-La Pascua Florida es algo nuevo, único en Canarias. ¿Qué opinión le merece?

“Me perece muy bien que desde la naturaleza se utilice la flor y lo verde para poder hacer cosas. Hay otros ejemplos en las islas como en La Palma, con el Corpus. La Pascua Florida me parece muy interesante porque hay un sentimiento de arte y de la estéticas, religioso, que me interesa”.

-¿Es usted religioso?

“Claro que sí. Creo que si hay un arma para luchar en este mundo es la fe. Parece que cuando se habla de este tipo de cosas nos referimos al catolicismo y no es así. Hay otras religiones como la budista, que son muy interesantes. Mi obra, que trata el tema de la muerte, tiene mucho del budismo. Me gusta la filosofía zen y el mundo oriental. Del catolicismo lo que me gusta es su arte, pues qué sería del arte occidental sin la Iglesia Católica. No se puede generalizar. Hay que tener prudencia”.

-¿Por qué esa constante de la muerte, en una persona tan viva?

“Esa es la contradicción y ahí está el atractivo. Mi concepto de la muerte es pagano, soy ‘pessoano’. En este concepto están los dioses, no está la Inquisición Española. Mis obras, mis calaveras están llenas de flores, es más oriental. Yo llegué a la muerte no por la religión sino por la estética. Mi origen de la muerte es el de la plasticidad, la calavera, con el polvo de mármol, con los encajes de flores. El artista debe darse cuenta de sus defectos y de sus logros”.

-¿Por qué introduce ese concepto de tropicalidad en su obra?

“¿Es que acaso somos de Finlandia?. La gran excepcionalidad de Canarias es el concepto de luz. El concepto de ser de islas, el aislamiento, qué maravilla: el Teide que sale picudo en Tenerife, los trescientos volcanes de Lanzarote. Me pregunto cómo un artista canario, si es responsable, inteligente y sensible, se puede evadir de esos conceptos”.

-¿Cree usted que la creación artística en Canarias está infravalorada?

“Los isleños somos creadores. La cultura en general está infravalorada en todos sitios. La cultura siempre fue víctima del poder. Pero sin embargo ese posible elitismo del creador lo mantenía firme en cuanto a crear. Yo estoy encantado de la crisis, que ha afectado principalmente a los que vivían del poder, un poder que ha dejado la ética de lado. Los que se han resentido son los que han mirado más la las arcas que a su interior, que es de donde parte la creación.Yo tuve un conflicto con el dinero que tenía, con quien me comunicaba, si era o no comprometido con mi arte. Cuando yo era niño, ser artista era como tener la peste. Y no digo ser bailarín. Ahora me siento muy feliz, he pasado dos cáncer. Y debo decir que hay dos alimentos importantes en mi vida: el gofio y la cultura”.

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Arte de flores en los rincones de Isora

Las calles de Guía de Isora se llenan de esculturas florales que escenifican la Pasión, Muerte y Resurección de Jesús de Nazaret, desde una óptica diferente, lejos del uniformismo de Semana Santa. En varios rincones se ubican las estaciones esculturales, adornadas con flores, elementos surrealistas, incluso, siempre buscando la complicidad con el espectador. La Pascua Florida, idea del departamento de Cultura del Ayuntamiento de Guía de Isora, ya es un elemento artístico diferenciador en las islas Canarias y en toda España. Participan la Escuela de Arte Floral de Cataluña y la Escuela Canaria, junto a los montajes de Carlos Curbelo, diseñador municipal y coordinador del proyecto. Pepe Dámaso, vino a Guía hace un mes para confeccionar el montaje Calavera entrecruzada, que se ha hecho desde Cultura y ayer terminó de perfilarse. La filosofía de la Pascua Florida es el arte efímero, aunque en esta ocasión, Pepe Dámaso donará su arte al municipio. La obra de la muerte quedará como una escultura viva.

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