siete metros >

Una gran labor que se queda sin un merecido premio, por Javier Rodríguez

Un gran trabajo sin premio. Así se podría calificar la labor desarrollada por el Universidad de La Laguna de balonmano, que ha sido dos años consecutivos campeón de Primera Territorial masculina con un bagaje excepcional. No en vano ha sumado dos derrotas en dos años. Casi nada. ¿Para qué sirven todas esas victorias?. Todo apunta a que tendrán muchas dificultades para salir en Primera División Estatal, meta cosechada por méritos propios y lo que más importante, deportivos. Digo esto porque ahora el Cabildo de Tenerife parece darle la espalda al único representante de esta Isla en balonmano nacional masculino. La entidad lagunera parece que tendrá que buscarse la vida para poder competir después de demostrar en la fase de ascenso que lo logrado no es por casualidad. Parece que pertenecer a una disciplina modesta tiene su precio y que lo importante vuelven a ser los deportes considerados de élite. Tanto luchar para morir en la orilla. Y estamos hablando de un equipo netamente amateur y con una plantilla al cien por cien canaria (solo cuentan con jugador alemán que completa el Erasmus en la Isla). Ahora la crisis parece recortar todas las ilusiones a un club que ha sido ejemplar las últimas campañas. A veces, como se ve, hacer las cosas bien no vale de nada. Si la tesitura es que no había ayudas o no se podía apoyar a estos equipos, se les tendría que haber avisado de que si lograban el ascenso no podía contar con la colaboración de algunos de estos organismos. Luego vemos equipos que se han nutrido de jugadores profesionales que ahora están a la baja, pero en su momento siempre contaron con apoyos. Se ve que el baremo no es igual para todas las disciplinas. Lo que se pide desde La Laguna es justo. Han realizado una enorme labor y no sería nada justo que se quedaran sin su merecido premio. Tiempo al tiempo.