EFE | Arrecife

El lanzaroteño Alejandro Hernández, del Comité de Las Palmas, arbitrará la próxima temporada en la Primera División del fútbol después de que el Comité Nacional de Árbitros decidiera concederle hoy el ascenso desde la Segunda División A, categoría en la que ha militado cinco años.

En este ascenso también le acompaña el también colegiado lanzaroteño Manuel Aboy, como árbitro asistente.

El Comité Técnico de Árbitros de Las Palmas suma, además, un nuevo árbitro en Segunda División B, ya que Francisco Melián Socorro, hasta ahora en Tercera División, logra el salto de categoría.

El ascenso de Hernández, un administrador de empresas, se produce por los excelentes resultados técnicos obtenidos en las distintas pruebas a las que ha sido sometido, especialmente las valoraciones de los distintos encuentros en la presente campaña.

El Colegio de Las Palmas tuvo como último árbitro en la Primera División a Alexis Pérez y, con anterioridad, también pitaron en la elite española José Merino González y José Santana Páez.

Alejandro Hernández, nacido en Arrecife hace 29 años, lleva el mundo del arbitraje en la sangre, ya que tanto su padre, el actual delegado del Comité en Lanzarote, como su tío fueron colegiados.

Un día antes de cumplir los 11 años ya pitó su primer encuentro de fútbol 7 y, en el año 2000, logró el ascenso a Tercera División.

Cuatro años después alcanzó la Segunda División B, cuando sólo tenía 21 años y, sólo tres años más tarde, ya pitaba sus primeros partidos de Segunda División A en la Liga Adelante, en la que ha arbitrado 98 partidos.

En la última temporada, Hernández pitó 23 encuentros, el último de ellos el pasado 16 de junio, entre Valladolid y Alcorcón (1-1), correspondiente a la Liguilla de Ascenso a Primera División.

El presidente de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas, Antonio Suárez, ha felicitado personalmente al colegiado lanzaroteño pocos minutos después de que conociera la noticia, al tiempo que se ha congratulado de que su “esfuerzo personal”, y el de todo el colectivo que representa, haya sido “justamente recompensado” con este ascenso.