EFE | Las Palmas de Gran Canaria

El acusado de maltratar a su familia y de prender fuego a su casa con su esposa y sus dos hijos dentro en la madrugada del día de Reyes de 2011, en el municipio grancanario de Valsequillo, ha sido condenado a siete años y seis meses de prisión por la Audiencia de Las Palmas.

La sentencia, que ha sido hecha pública hoy, considera que el acusado, en el que concurre la atenuante de su dependencia del alcohol, “era perfectamente consciente de quiénes se encontraban en la casa” cuando prendió le fuego tras rociar con gasolina.

Primero prendió fuego en el dormitorio de matrimonio y después roció también de gasolina el pasillo, aunque esta última dependencia no llegó a incendiarse por la rápida acción de la familia, que fue la que además logró sofocar las llamas.

El tribunal considera que el procesado puso en peligro a su exmujer y sus dos hijos y que su deseo estaba “muy alejado” de suicidarse, como sostuvo en el juicio, aunque no entra a valorar en sus intenciones, ya que señala que no fue acusado de homicidio o asesinato, y añade que los forenses no hallaron ninguna lesión por quemaduras en su piel.

El tribunal señala que ha declarado probados los hechos por el material probatorio practicado en el plenario y, especialmente, por la “claridad, firmeza y coherencia” del testimonio de sus dos hijos y su ahora exmujer, quien estuvo casada veinte años con el acusado, y comenzó a sufrir malos tratos tras los seis primeros años de convivencia.

El fallo del tribunal prohíbe al procesado a tener o portar armas por un periodo de dos años y a acercarse por un espacio de tres años a su exmujer, a la que deberá indemnizar con 40 euros por las lesiones sufridas a causa del incendio y con 3.965 euros por los daños provocados en la vivienda.