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Los estadounidenses Lefkowitz y Kobilka ganan el Nobel de Química 2012

EUROPA PRESS | Estocolmo

Los científicos estadounidenses Robert J. Lefkowitz y Brian K. Kobilka han ganado el Premio Nobel de Química 2012 por sus “estudios sobre los receptores acoplados a la proteína G”, según ha informado el Comité Nobel de la Real Academia Sueca de las Ciencias.

Robert J. Lefkowitz nació en 1943 en Nueva York y ejerce actualmente de investigador en el Howard Hughes Medical Institute, así como de profesor de Bioquímica en el Centro Médico Universitario de Duke. Por su parte, Brian K. Kobilka nació en 1955 en Little Falls (Estados Unidos) y ejerce de profesor de Medicina y Fisiología Molecular y Celular en la Escuela Universitaria norteamericana de Stanford.

“Vuestro cuerpo es un ajustado sistema de interacciones entre miles de millones de células, cada una de las cuales cuenta con pequeños receptores capaces de sentir su entorno a fin de poder adaptarse a nuevas situaciones”, declaró la Academia Sueca en el comunicado relativo al Premio Nobel.

El siguiente paso del equipo de investigación de Lefkowitz se produjo en los años ochenta, cuando “el recién incorporado Kobilka aceptó el reto de aislar el gen que codifica el Receptor Adrenérgico Beta”, explicó el texto. “Su creativo enfoque le permitió alcanzar su objetivo”, prosiguió.

“Cuando los investigadores analizaron el gen, descubrieron que el receptor era similar a uno del ojo que captura la luz” y “comprobaron que “hay toda una familia de receptores que se parecen y funcionan de la misma manera”, señaló la Academia.

“Actualmente, esta familia está englobada con el término de receptores acoplados a la proteína G”, indicó. “Cerca de la mitad de todos los medicamentos consiguen sus efectos a través de los receptores acoplados a la proteína G”, destacó el texto de la Academia.

En 2011, Kobilka consiguió otro importante avance, según la Academia: “él y su equipo de investigadores capturaron una imagen del Receptor Adrenérgico Beta en el momento exacto en que era activado por una hormona y enviaba una señal a la célula”. “Esta imagen es una obra maestra molecular, el resultado de décadas de investigaciones”, concluyó el comunicado.