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El Papa lanza en Navidad un nuevo llamamiento de paz en Oriente Próximo, Norte de África, Asia y Latinoamérica

EUROPA PRESS | Roma

El Papa ha lanzado nuevamente un llamamiento a la paz en Oriente Próximo, Norte de África, Asia y Latinoamérica, durante el tradicional Mensaje de Navidad pronunciado este martes desde la fachada de la Basílica de San Pedro.

Así, Benedicto XVI ha manifestado su deseo de que “la verdad brote para la población de Siria, profundamente herida y dividida por un conflicto que no respeta ni siquiera a los enfermos y cosecha víctimas inocentes”. Por ello, ha realizado una vez más “un llamamiento para que cese el derramamiento de sangre, se faciliten las ayudas a los prófugos y a los desplazados y, a través del diálogo, se alcance una solución política al conflicto”.

Además, el Pontífice ha pedido que “la paz brote en la Tierra donde nació el Redentor, y que Cristo conceda a israelíes y palestinos la valentía de poner fin a tantos años de luchas y divisiones para emprender con decisión la vía de la negociación”.

Asimismo, el Papa espera que en los países del Norte de África, “que atraviesan una profunda transición en la búsqueda de un nuevo futuro”, en particular en Egipto “la amada tierra bendecida por la infancia de Jesús”, los ciudadanos “construyan juntos sociedades basadas en la justicia, el respeto a la libertad y la dignidad de cada persona”.

Benedicto XVI ha reclamado también que la paz “brote en el vasto continente asiático” para que el Niño Jesús “mire con benevolencia a los numerosos pueblos que habitan en aquellas tierras y, de modo especial, a cuantos creen en él”.

En concreto, el Papa ha deseado que “el Rey de la Paz dirija su mirada a los nuevos dirigentes de la República Popular China en el alto cometido que les espera” y ha expresado sus “mejores deseos” para que “en esta misión se valore la contribución de las religiones, respetando a cada una de ellas, de modo que puedan contribuir a la construcción de una sociedad solidaria, para bien de ese noble pueblo y del mundo entero”.

Igualmente, el Pontífice espera que “la Navidad de Cristo favorezca la vuelta de la paz en Malí y de la concordia en Nigeria, donde “crueles atentados terroristas continúan causando víctimas, particularmente entre los cristianos” y ha suplicado para que “el Redentor ayude y consuele a los refugiados del este de la República Democrática del Congo y conceda la paz a Kenia, donde “sangrientos atentados han golpeado la población civil y los lugares de culto”.

Además, Benedicto XVI ha deseado que “el Niño Jesús bendiga a los numerosos fieles que lo celebran en Latinoamérica” para que “haga crecer sus virtudes humanas y cristianas, sostenga a cuantos se han visto obligados a emigrar lejos de su familia y de su tierra”, así como también “fortalezca a los gobernantes en su compromiso por el desarrollo y en la lucha contra la criminalidad”.

AÑO DE LA FE

En la Solemnidad del Nacimiento del Señor, ante miles de peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, Benedicto XVI ha felicitado la Navidad en este Año de la Fe con las palabras del Salmo ‘La verdad brota de la tierra’. Así, ha apuntado que “es un anuncio, una promesa”, una palabra profética que se ha cumplido porque “en Jesús, nacido en Belén de la Virgen María, se han encontrado realmente la misericordia y la verdad, la justicia y la paz se han besado; la verdad ha brotado de la tierra y la justicia mira desde el cielo”.

En este sentido, el Papa ha señalado que con esta festividad anual se celebra “el día en que se cumplió la profecía ‘La verdad ha brotado de la tierra, y la justicia ha mirado desde el cielo’. “La Verdad que contiene al mundo, ha brotado de la tierra para ser llevada por manos de una mujer. La Verdad a la que no le basta el cielo, ha brotado de la tierra para ser colocada en un pesebre”, ha señalado.

Al respecto, el Pontífice ha indicado que “ahí está el poder de la fe” porque “Dios ha hecho todo, ha hecho lo imposible, se ha hecho carne” y ha agregado que este hecho “va más allá de la comprensión humana: el Infinito se ha hecho niño, ha entrado en la humanidad”.

Así, ha citado el documento de preparación para el Año de la Fe ‘Porta fidei’, la puerta de la fe, que señala que “la esperanza vence el miedo” porque “la verdad ha brotado. “Dios ha nacido y ha afirmado que sí, hay una tierra buena, una tierra sana, libre de todo egoísmo y de toda cerrazón –ha recalcado–. Hay en el mundo una tierra que Dios ha preparado para venir a habitar”.

Por eso, ha asegurado que “hay esperanza en el mundo, una esperanza en la que poder confiar, incluso en los momentos y en las situaciones más difíciles porque “la verdad ha brotado trayendo amor, justicia y paz”.

Al finalizar, el Papa ha resaltado que “amor y verdad, justicia y paz se han encontrado, se han encarnado en el hombre nacido de María en Belén” y ha apuntado que “ese hombre es el Hijo de Dios, es Dios que ha entrado en la Historia. “Su nacimiento es un brote de vida nueva para toda la humanidad”, ha dicho al tiempo que ha deseado que “todas las tierras sean una tierra buena, que acoge y hace brotar el amor, la verdad, la justicia y la paz”.

BENDICION URBI ET ORBI

Tras pronunciar su tradicional mensaje de Navidad, el Papa ha impartido su bendición apostólica ‘Urbi et orbi’ para desear feliz Navidad a todos los reunidos en la Plaza de San Pedro y a quienes lo siguen a través de la radio y la televisión. El Pontífice ha felicitado la Navidad en 65 idiomas.

En su mensaje en español, Benedicto XVI ha pedido que la Paz de Cristo “reine en los corazones, en la familias y en todos los pueblos”.