EUGENIA PAIZ | Santa Cruz de La Palma
El emblemático barrio capitalino de San Sebastián, o La Canela, uno de los de mayor solera de la capital, puede desde ayer ser descubierto por los miles de turistas que cada años recorren las calles de Santa Cruz de La Palma. El consistorio presentó ayer un proyecto que aplica las nuevas tecnologías al conocimiento más auténtico de la zona, un mecanismo que permite sumergirse en la esencia y la de unas calles que transpiran historia y tradición.
El alcalde, Sergio Matos, acompañado por el concejal de Cultura, Zacarías Gómez y por el gerente de la Asociación de Desarrollo Rural de La Palma, Luis Vicente de Paz, destacaron ayer en un entrañable itinerario a pie por algunas de estos callejones, la importancia de este proyecto financiado con fondos europeos y municipales con el que, en base a una mínima inversión de no más de 8.000 euros, se oferta al visitante sencillas herramientas tecnológicas, como el callejero guía que pueden descargar mediante una aplicación informática, que les descubre las historias, los personajes y la riqueza y tradición comercial de una zona que aspira a recuperar un dinamismo cultural, lúdico y económico que durante un siglo la colocó en el centro neurálgico de la visa social y comercial de Santa Cruz de La Palma.
El recorrido resulta una delicia, y no solo por la variedad arquitectónica, que exhibe al visitante la arquitectura más tradicional y que en solo unos metros los desplaza a construcciones con el sello neoclásico y más modernista, sino porque incluso bajo sus cimientos se encuentran historias sobre las que el técnico de Patrimonio del consistorio capitalino, como Víctor Hernández Correa, siguen investigando, con calles imbuidas aún por el carácter de sus antiguos, metódicos y laboriosos artesanos.
Pasadizos que comunicaban casas con gran solera con antiguos recintos conventuales y que quedaron sellados por “una cuestión de pragmatismo” de los propietarios; carpinterías y talleres, reductos de una tradición artesana que traslada al caminante a interesarse por los hombres y mujeres que dieron vida al barrio en los años 20 del siglo pasado.
[apunte]El protector
San Sebastián, también llamado barrio de La Canela, debe su nombre a la ermita erigida en el siglo XVI dedicada a San Sebastián, protector contra la peste, al que se le encomendaban los viajeros antes de entrar en la ciudad. El barrio, nos recuerda en este placentero e idílico paseo Víctor Hernández Correa, “constituye uno de los sectores más exclusivos del casco histórico de Santa Cruz de La Palma debido a su emplazamiento, adaptado a la escarpada topografía de la ciudad, que le confiere una apariencia de anfiteatro y a su estratégica posición”. El excepcional guía con el que contamos, detalla que “fue una de las arterias comerciales más importantes de la isla desde la época de la conquista, el camino real de la Banda, que unía la capital y su puerto con las haciendas azucareras de Argual y Tazacorte, al oeste de la Isla”. La emblemática calle presenta buenos ejemplos de casas de dos o más plantas, reflejo del poder económicos de sus antiguos propietarios. tanto esa vía como las calles secundarias acogieron desde el siglo XVI toda clase de de artesanos y gentes de mar que completaron el paisaje urbano con casas terreras. En el siglo XX comienza< un cambio en la fisonomía arquitectónica del barrio con tres nuevos estilos, el eclecticismo, el regionalismo y el racionalismo. Sus encantadoras calles recuerdan nombres personas ilustres, santos, otras cultos religiosos, materiales naturale del lugar, plantas. Todo ello, unido a su rica arquitectura son el resultado de su historia social y urbana.[/apunte]