Por VERÓNICA MARTÍN
Cristina Martins mantiene un curioso acento brasileño mezclado con un español muy canario que la hace exótica. Habla suave y pausado pero todo lo que dice lo medita. Consultora de moda y comunicación, es la directora del seminario ‘Ciudades de la Moda, del Arte y del Diseño’ que tuvo lugar en Tenerife Espacio del Arte (TEA) esta semana.
-¿Cómo y por qué eligió dedicarse a la moda profesionalmente?
“La moda me gusta desde que soy niña. Cuando tuve que decidirme por una carrera, en realidad no existía un estudio concreto sobre moda. No había ningún sitio donde pudieras formarte en esta especialidad, así que opté por estudiar comunicación y me especialicé en publicidad que era lo más cercano a esta pasión que tenía. La moda llegó bastante tiempo después… mientras estaba trabajando en una agencia de publicidad, el sector de la moda empezó a consolidarse poco a poco y entonces apareció un folleto de una universidad que ofrecía esta formación”.
-Al fin encontró lo que buscaba…
“Sí. Eso fue en Río de Janerio y después de estudiar empecé a hacer prácticas de empresa con una diseñadora bastante conocida. Trabajé en el departamento de creación y de compras de esta empresa. Luego, decidí seguir estudiando en París y en Francia conocí a mi actual pareja…”.
-Y… por amor terminó en Tenerife. Parece que es la isla del amor…
“Sí, es un buen sitio para estar”.
-Sin embargo, más allá del asunto personal, viniendo de Río y de París… ¿no fue un shock llegar a Tenerife con una industria de la moda sin desarrollar?
“Fue un shock. Estoy desde hace once años aquí y en esa época hablar de moda era como hablar de algo efímero y muy raro. Me di cuenta de que se hacía poco en moda en Tenerife y que, además, lo poco que se hacía se comunicaba muy mal, así que empecé con mi blog y a trabajar en este mundo. También empecé como diseñadora a hacer pequeñas colecciones, piezas únicas, alguna cosa de ropa, bolsos… que es lo mejor para trabajar sola”.
-¿Cree que ha habido una evolución en estos años en el sector de la Moda en Tenerife?
“Veo que ha evolucionado pero me da pena que no se haga una formación más de base. Lo que se necesita para que la moda pueda crecer es observarla no solo desde una visión artística sino, también, como fuente de empleo y de industria. Necesitamos una visión de base y esa cultura se consigue con formación”.
-Una iniciativa como la escuela de moda que usted montó hace unos años ayudaría…
“Sí. El Instituto Artístico de Moda y Diseño (IAMD) nació para esto, pero la crisis nos tocó de lleno y lo tenemos un poco parado en estos momentos. Era una escuela ‘pop-art’ porque no teníamos una sede fija sino dependiendo del curso que montáramos se hacía en un lugar u otro. Este tipo de iniciativas podrían ayudar a desarrollar esa visión de base que se requiere”.
-¿Aún tenemos una idea de este sector muy estereotipada?
“La visión de la moda es bastante distorsionada. Nos viene a la mente el alto lujo, el glamour y la purpurina. Cuando pensamos en moda, imaginamos a la súper top model con las gafas de Chanel y el bolso de Prada… por eso es necesario que se cree esa cultura para que sea el caldo de cultivo de la industria”.
-¿Y cuál es el concepto de moda que a usted le gustaría mostrar?
“Lo ideal sería que la gente sepa algo de historia. Qué han hecho y cómo han revolucionado la moda los diseñadores. Hace falta conocer el lado antropológico y sociológico. La moda es comunicación: ¿Por qué nos vestimos cómo nos vestimos? La ropa es nuestra segunda piel y es muy importante saber qué dice nuestra ropa de nosotros. Nos hacen falta estos cuestionamientos para entender qué es la moda”.
-¿Qué aportan las jornadas Ciudades de la Moda, del Arte y del Diseño?
“Las jornadas empezaron por conversaciones que mantuve con el profesor de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna Carlos Castro Bruneto, que es una persona que ve la moda desde una perspectiva artística y estética. Hablando con él de esta cuestión, nos planteamos el proyecto y presentarlo al consejero de l Cabildo Efraín Medina quien nos apoyó desde un primer momento. Es el tercer año del encuentro y la idea, desde el principio, es mostrar cómo se vive y trabaja en otras ciudades la industria de la moda”.
-¿Qué tenemos que aprender de esas ciudades?
“Este año hablamos de Amberes que es un ejemplo a seguir para cualquier ciudad. Tiene tanto respeto por la moda que dentro de la propia Academia Real de Bellas Artes -que es una de las principales academias del mundo occidental junto a París y Roma- tiene un departamento de Moda desde hace 50 años.Cuando en los 80 se hablaba de la moda nacida en esa ciudad y de los ‘seis de Amberes’ en realidad llevaban ya años en esta senda. ¿Por qué es un centro mundial de la moda? Porque se ha implicado una semilla comercial, artística e industrial. En estas jornadas la idea es traer ciudades referentes para que la gente pueda formarse e informarse”.
-Y Tenerife ¿qué puede ofrecer a ese mapa de ciudades de la moda?
“Estamos en una isla. Hay mucha gente que se queja de que estamos aislados y lejos. Pero yo creo que este tipo de adversidades son fantásticas porque nos hacen ser más creativos. Es un sitio donde está todo por hacer. Es una oportunidad para que el que de verdad tiene ganas de hacer cosas, las haga porque es un mini mercado. Se pueden hacer proyectos a pequeña escala para crecer a gran escala. Hay iniciativas de hacer tejidos con fibras de plátano o de piña en otros lugares del mundo. ¿Por qué no aquí? Hay que echarle valor, apostar por las cosas”.
-¿Existe una moda canaria? ¿Un estilo de Tenerife?
“La moda de Tenerife está aún muy relacionada con el Carnaval. Es una pena porque deberían diferenciarse más. Me gustaría ver una moda canaria que se pudiera reconocer como la que la parisina, la de Río de Janeiro o la de Nueva York. Son ciudades muy características que hacen que la moda se identifique con ellas”.
-¿A qué se refiere con alejarse del Carnaval?
“Muchas veces se confunde y la moda recurre a estéticas más cercanas a ese lenguaje que al propio de la moda”.
– ¿Eso dificulta el desarrollo industrial?
“Es muy probable, porque no se desvincula del todo”.
-Usted tiene un blog de moda desde hace muchos años, ¿Cómo ha vivido la efervescencia en este sentido de los últimos años?
“Es algo natural que haya ocurrido por la facilidad tecnológica y porque aún la moda se está formando como profesión. Ahora mismo a nadie que no sea un jurista se le ocurriría hacer un blog de leyes o de medicina… como son profesiones más académicas es más difícil que la gente se meta. Pero, la moda como tiene este halo glamuroso y de purpurina es un campo sugerente para que esto florezca. Con el tiempo se quedarán las que son buenas, aporten información y hagan que la gente vuelva al blog porque un blog sin visitas muere por sí mismo”.
-A final… el propio público será el que decida…
“Evidentemente. El gran boom de los blogs fue por desahogarse de las revistas y de las supermodelos que daban una imagen muy lejana a la calle. Ver a una chica muy parecida a las demás acercó esto a la gente. Las revistas están tan comprometidas con el mercado que sus editoriales de moda se alejan de la frescura y esto llevó a mucha gente a buscar los blogs como referencia, pero como las marcas también empiezan a influenciar a las bloggers, estas también van perdiendo esa frescura. Hay que tener mucho cuidado con esto”.
-¿Cómo valora a los diseñadores canarios?
“Con la formación nueva vamos a tener en poco tiempo bastantes jóvenes diseñadores que puedan aportar cosas interesantes. Tenemos a M&M y a Lucas Balboa que hacen un trabajo maravilloso, pero estoy segura de que la gran novedad y la gran transformación de la moda de Tenerife está por llegar con las generaciones nuevas. Por eso siguiendo el ejemplo de Amberes hay que formar a esta gente joven y hay que ayudarlos a ser empresarios y emprendedores que es una parte esencial para que su idea prospere”.